Con 50 profesionales de la zona norte del país Fundación Tierra de Esperanza dio inició al curso Juego y Trauma: estrategias para la intervención vincular, el que se desarrolla con el apoyo de Fundación Minera Escondida, a través de la adjudicación de un fondo concursable para organizaciones sociales.  

La iniciativa que es impartida por la consultora de innovación social Aprender a Crecer, abordará en profundidad módulos asociados a la neurobiología del juego y  neurociencias del trauma infantil, entre otros temas.

Al respecto, Mauricio Ortiz, coordinador técnico de la línea de protección de derechos en Tierra de Esperanza, señaló que “es un curso muy práctico y que responde a una realidad con la que los equipos se han encontrado en la post pandemia y del compromiso de la fundación como ente de la sociedad civil de impactar en nuestra sociedad. Hay un gran esfuerzo día a día por capacitar a nuestros equipos, como una forma de cuidado de ellos, y en tanto, una forma de mejorar  la calidad de atención que brindamos a niños, niñas, adolescentes y sus familias”.

En tanto, María Pía García, directora ejecutiva de Aprender a Crecer, señaló en la apertura del curso que “el juego es una excelente herramienta para fortalecer la relación vincular en niños, niñas ya adolescentes que presentan trauma”.

Claudia Pradenas, supervisora de la línea de protección, explicó que esta instancia beneficiará directamente a programas de Antofagasta y Calama, y destacó que este curso “responde a una necesidad que hemos detectado en los equipos de contar con herramientas, porque la teoría se maneja, pero siempre es bueno ampliar cómo uno interviene en la práctica y la batería de estrategias. Nos toca adecuarnos a las características de cada uno de los niños, y para eso tenemos que tener un pool amplio, porque sino sería al revés, adaptarlos a ellos a lo que nosotros conocemos y manejamos. Esto nos invita a capacitarnos cada vez más para poder llegar a ese niño, niña o adolescente de acuerdo a sus necesidades y con una metodología lúdica “.

El curso tiene una duración de 40 horas cronológicas y permitirá formar con estrategias innovadoras de intervención a los equipos, a través de 150 juegos vinculares.

Opinión: “Estoy sumamente contenta porque las estrategias que se implementan y que nos entregan por medio de esta capacitación son útiles para poder ir realizando un trabajo de mejor forma

María José Rojas Morales, psicóloga del proyecto de reparación del maltrato y abuso sexual infantil, Bahía Ckari de Fundación Tierra de Esperanza en Antofagasta, agradeció poder participar en el curso que le ha permitido incorporar elementos prácticos a su gestión. De esta forma, señaló que “nosotros trabajamos en un espacio que tiene relación directa con la reparación de daño.Lamentablemente cuando los niños llegan a nuestro programa es porque existen ejes a niveles familiares que han se han visto interferidos, ya sea por por temas generacionales, donde cosas tan simples como pedirle a una madre que aprenda a jugar con su hijo puede ser complejo, si es que ella no sabe jugar. Este curso en particular más allá de las estrategias que nos puedan entregar, que son más de 100 estrategias para poder llevarla a práctica en la intervención, ya no solo es con el niño, sino que también con los cuidadores o referentes que pueden facilitar el proceso reparatorio. Este curso te entrega esa visión de que no solo uno trabaja con el niño, sino que también con su familia. Esto, debido a que el proceso reparatorio tiene que ver con un proceso más bien integral, es decir, ya donde en el fondo los niños pasan por nuestro programa , uno puede entregar los contenidos, puede reparar instancias pero esto no perduran en el tiempo si no existe un espacio contenedor y cobijado; y creo que este curso te facilita esa entrega informativa (…) hacer partícipe al adulto dentro del proceso reparatorio. Estoy sumamente contenta porque las estrategias que se implementan y que nos entregan por medio de esta capacitación son útiles para poder ir realizando un trabajo de mejor forma”.