Nacional. Con el lanzamiento del plan estratégico institucional 2021-2022, el director ejecutivo de Fundación Tierra de Esperanza, Rafael Mella Gallegos,  dio inicio al aniversario de la institución, como un hito de proyección del trabajo durante este periodo.

De esta forma, la estrategia de la organización para el 2021-2022, Fundación  Tierra  de Esperanza  cumplirá  con  su  misión  a través  de  la  consolidación  de  sus procesos  operacionales,  el  desarrollo  y cuidado  de  las  personas  y  el fortalecimiento  de  la  comunicación interna  y  conectividad,  incorporando  los nuevos desafíos de la política pública.

Rafael Mella destacó que es relevante no solo ver la historia, la misión y visión institucional sino que también los valores. “Estamos en un momento de consolidación, de desarrollo importante, en momentos donde el contexto nos invita a grandes desafíos, y cobra especial relevancia nuestros valores institucionales, los que tienen que ver con el respeto, la tolerancia, la solidaridad, la equidad y con la paz. Y para lograr nuestros desafíos como organización, como grupo humano y como compañeros de trabajo, es muy importante rescatar esos valores (…) en estos momentos de incertidumbre necesitamos más solidaridad; ser capaces de unirnos y colaborar mutuamente para lograr un objetivo común (…) espero que podamos seguir contribuyendo a la equidad, a la justicia llevada a la realidad de cada persona que tiene contacto con la Fundación. No tenemos que olvidar que todo niño, niña o adolescente que llega a la Fundación probablemente está pasando por los periodos más tristes de su vida, y nosotros queremos transformar esa tristeza en alegría y en contribuir a entregar las mayores oportunidades posibles”.

Es  en  este  ámbito  que  el  foco  estratégico está  puesto  en  cuatro  variables  críticas: continuidad operacional, desarrollo y cuidado de  las  personas,  comunicación  interna  y conectividad,  y  la  proyección  institucional.

Lo  anterior,  enmarcado  a  objetivos específicos, medibles, alcanzables, realistas y  a  tiempo,  permitiendo  realizar  un seguimiento oportuno.

Al respecto Rafael Mella, agregó que “ha sido un trabajo arduo donde  hemos buscado distinguir los distintos niveles y desafíos que tenemos como organización, en los ámbitos adaptativos, relacionales y técnicos. Hemos tratado también de distinguir los distintos niveles en los cuales esos desafíos se traducen en nuestra contribución a la Fundación (…) hay dos énfasis que son particularmente relevantes, en gestión del cambio y en una coordinación efectiva en el ámbito técnico. Nuestra Dirección Técnica tiene el desafío de coordinación con las direcciones zonales y establecer un trabajo sinérgico también con nuestros coordinadores técnicos nacionales, que están llamados a ser verdaderos protagonistas y líderes dentro de la Fundación, y coordinarse también con nuestros supervisores, y con cada uno de ustedes, para mantener un sello que nos ha distinguido que es hacer las cosas con calidad y respondiendo a las necesidades de los niños, niñas y jóvenes. Y un segundo énfasis es mejorar la gestión con las personas”, señal

Para Fundación Tierra de Esperanza, el   contexto   actual,   con   escenarios cambiantes, requiere de una  hoja  de  ruta  que guíe  y  centre  sus  acciones  operativas, tácticas  y  estratégicas  con  ejercicios planificados, para seguir construyendo con compromiso y convicción, la esperanza para la infancia y adolescencia de nuestro país.