Nacional. A más de un año de la pandemia el mundo continúa inmerso en el contexto de emergencia sanitaria y avanzando con los aprendizajes de este periodo. Y sin duda, Fundación Tierra de Esperanza también está en ello, comprometida con su misión institucional y con ejes de acción enmarcados a seguir su proyección.

Rafael Mella Gallegos, director ejecutivo de Fundación Tierra de Esperanza, ha sostenido una agenda de encuentros con los distintos equipos de la institución, y que estará presente durante todo el año. Esto, con el objetivo de proyectar este trabajo conjunto en beneficio de la labor diaria que se realiza para las niñas, niños, adolescentes , jóvenes y familias, que son parte de los programas que la institución tiene desde Iquique a Puerto Montt, y que desarrolla en el ámbito de la educación, protección de derechos, tratamiento terapéutico en el consumo de drogas y justicia juvenil. Y donde sin duda, el trabajo de todos quienes integran la institución es fundamental.

Esta ha sido una gestión que se ha caracterizado por compartir la hoja de ruta en base a una planificación estratégica. Desde lo macro, ¿cuáles son los focos para este año? y ¿cómo se asumen estos desafíos?
Este año mantenemos una planificación estratégica que considera el contexto de pandemia. Sin embargo, apostamos por avanzar en el necesario desarrollo institucional en todas las esferas de gestión, poniendo especial énfasis en dos objetivos: por un lado, consolidar un modelo de gestión técnica, con un gran protagonismo de nuestros coordinadores y supervisores técnicos, centrados en apoyar a nuestros equipos en desarrollar y mantener intervenciones de calidad. Por otro lado, trabajaremos en fortalecer nuestra gestión de personas, nuestro principal activo, procurando modernizar procesos y especializar el soporte que entregamos tanto en aquellos elementos formales y administrativos, como en aquellos vinculados al desarrollo organizacional. Ambos focos requiere optimizar nuestras coordinaciones entre Dirección Nacional, Direcciones Zonales y Proyectos, para lo que requerimos no sólo una buena planificación, sino también liderazgo, trabajo en equipo y muy buena comunicación. Junto a nuestras Direcciones Técnica, de Personas y Zonales daremos nuestro mejor esfuerzo, necesitamos también el compromiso y apoyo de nuestros equipos profesionales para lograrlo.

A partir de realidades que públicamente son conocidas, la infancia sigue marcando una agenda que requiere ser prioritaria , ¿ qué urgencias deben ser asumidas a su juicio?
Debemos mantener nuestra preocupación por el impacto que la pandemia tiene en niños, niñas, jóvenes y familias. El hacinamiento, aislamiento, dificultades económicas, contagios y posibles pérdidas de familiares son factores que hoy están impactando de manera muy fuerte en nuestra infancia y adolescencia. Junto con ello, hoy vemos como aquellas carencias históricas siguen presentes y no por ello debemos naturalizarlas, la falta de oferta especializada en salud mental, la escasez de alternativas educativas de calidad e inclusivas, los altos niveles de prevalencia en maltrato son desafíos que enfrentamos y en los que como Fundación tenemos mucho que decir y hacer. Junto con ello, el respecto a las culturas originarias y las culturas que se integran a raíz de la migración, nos plantea un trabajo transversal tendiente a desarrollar la tolerancia, empatía y validación del otro como base para construir un país más justo y fraterno.

Sin duda la pandemia también ha mostrado el valioso trabajo en concordancia con la misión institucional, ¿qué destacaría?
Lo primero es el compromiso de nuestros equipos con mantener el vínculo y trabajo con los niños, niñas, jóvenes y familias. Eso ha sido lo primero y más evidente, aunque también destaco la capacidad de organizarnos y mantener nuestro funcionamiento de manera organizada y con altos niveles de seguridad para todas y todos. Debemos procurar mantener una actitud responsable por parte de cada uno, a fin de seguir trabajando por la misión Institucional, pero en con los cuidados que la emergencia sanitaria requiere. En ese sentido reitero el llamado a seguir los planes de respuesta con rigurosidad, priorizando por el trabajo remoto y siguiendo todos los protocolos al momento de desarrollar trabajo fuera de los domicilios. 

En abril Fundación Tierra de Esperanza cumple 24 años de historia ¿cómo ves  a la institución ad portas de un nuevo aniversario?
Veo una Fundación con una gran historia, con muchos aprendizajes y que se proyecta al futuro en base a un trabajo planificado. Vienen grandes desafíos, nuevos servicios de Protección y Reinserción Social, para lo que ya iniciamos el trabajo como equipo nacional y pronto sumaremos a nuestros equipos de intervención, a fin de estar preparados y que este cambio sea una oportunidad de desarrollo en beneficio de los niños, niñas y jóvenes.