Nacional. La continuidad del trabajo para los más de 5 mil niños, niñas y adolescentes es una prioridad también desde el ámbito técnico. Ajustar la planificación y desarrollar nuevas estrategias en los planes de intervención en el marco de la contingencia frente al COVID-19, sin duda, es un trabajo que ha demandado tiempo y planificación.

Ricardo Suazo Guzmán,  director técnico de la institución, señaló que “como Dirección Técnica hemos trabajado para materializar el llamado efectuado desde la Dirección Ejecutiva: a desarrollar el teletrabajo en todos los equipos de la Fundación, con el fin de implementar intervenciones digitales que nos permitan diagnosticar e implementar planes de intervención que aborden las necesidades de niños, niñas y adolescentes. Esto, relacionado tanto con los motivos de ingreso a los proyectos, como con las situaciones emergentes, especialmente aquellas proteccionales y relacionadas con su salud física y mental, en consonancia con las normas y protocolos que los distintos Ministerios y Servicios Públicos han generado para afrontar la contingencia”.

 ¿Cuáles son los lineamientos técnicos que Fundación Tierra de Esperanza ha priorizado para la atención de niños, niñas y adolescentes frente a la contingencia?

En términos generales, desde la Dirección Técnica hemos desarrollado una línea de trabajo destinada a establecer una base que nos permita organizar una respuesta institucional oportuna, que nos ayude a identificar prioridades, establecer objetivos y contar con metodologías pertinentes a las condiciones actuales. En este ámbito, elaboramos orientaciones respecto a cómo implementar el teletrabajo (Documento “Buenas prácticas en el ámbito del teletrabajo, adaptado a la situación de Alerta Sanitaria para equipos de Fundación Tierra de Esperanza”) e intervenciones digitales (Documento “Orientaciones metodológicas para la implementación de intervenciones basadas en internet, para equipos de Fundación Tierra de Esperanza que acompañan a niños, niñas y adolescentes y sus familias en modalidad psicosocial y terapéutica”), las que hemos complementado progresivamente con orientaciones específicas para las modalidades de Apoyo Socio Educativo (ASE) (Documento “Orientaciones metodológicas para la implementación de intervenciones a distancia para equipos de apoyo socioeducativo de Fundación Teierra de Esperanza”) y de Diagnóstico Ambulatorio (DAM), (Documento “Propuesta metodológica para la realización de informes periciales en contexto de alerta sanitaria”).

Otra línea que están abordando es la salud mental en la población infantojuvenil, ¿cómo se está desarrollando?.

Una segunda línea de trabajo ha estado relacionada con la salud mental de niños, niñas y adolescentes, con foco en la prevención e intervención en conductas suicidas y parasuicidas en adolescentes; y también, la prevención del maltrato infantil en el contexto de aislamiento y estrés psicosocial familiar por alerta sanitaria. En esta línea, hemos reenviado material técnico institucional  de sensibilización y formación 2019 y 2020 en prevención e intervención en conductas suicidas, tanto del proceso de formación transversal como el dirigido a equipos clínicos de la Fundación. Nos encontramos ajustando los procedimientos internos a la contingencia actual. Por otra parte, formamos parte de un equipo que se encuentra diseñando una campaña de prevención del maltrato infantil y violencia al interior de las familias, que esperamos lanzar a la brevedad.

Finalmente, una tercera línea de trabajo ha sido la participación en los equipos que han elaborado Protocolos de Respuesta ante Sospecha y Confirmación de Contagio de Covid 19, cuyo objetivos son establecer un sistema de monitoreo y acciones para abordar las situaciones vinculadas a la sospecha o contagio de COVID-19, tanto para miembros de Fundación Tierra de Esperanza como para niños, niñas, adolescentes y jóvenes que participan en los proyectos en ejecución, en el marco del cumplimiento de los protocolos establecidos por los respectivos servicios públicos y el establecimiento de estándares y procedimientos institucionales. Cada una de estas tres líneas contiene productos ya concluidos y otros en proceso, que esperamos contribuyan al cumplimiento de nuestra Misión Institucional en un momento histórico en que la infancia y adolescencia más nos necesita.

Sin duda una contingencia como la que se vive en el país conlleva a que los niños, niñas y adolescentes puedan quedar más expuestos a situaciones de maltrato, ¿qué orientaciones preventivas puedes dar al respecto?

Es importante reconocer que el proceso de aislamiento sanitario sumado al aumento significativo del estrés de las familias, pudiera incrementar el riesgo de maltrato hacia niños, niñas y adolescentes en sus propios hogares. Producto del aislamiento, las familias que cuidan niños, niñas y adolescentes cuentan con menores apoyos sociocomunitarios que podrían ayudarles a enfrentar el estrés generado tanto por el propio aislamiento como por la preocupación por el riesgo de ser contagiado o contagiar a otros, por el estado de salud de familiares y personas queridas, por la disminución de los ingresos familiares, por dificultades de subsistencia alimentaria, por inestabilidad laboral o la saturación emocional por acceso a noticias, a veces desalentadores o falsas, que circulan en medios y redes sociales.

De igual manera, producto del aislamiento niños, niñas y adolescentes permanecen más tiempo de lo frecuente en sus hogares y con una menor vinculación a las redes de protección y detección proporcionadas por los espacios educativos o comunitarios, lo que disminuye la posibilidad de identificar oportunamente indicadores que pudieran dar inicio a un proceso de protección integral. En este contexto, la sociedad nos requiere más que nunca, debemos estar atentos a los indicadores de una potencial situación de maltrato a fin de activar estrategias de confirmación, denuncia y protección, que en la situación actual representan un importante desafío. En este sentido, ajustar los protocolos internos de respuesta y reactivar el trabajo y prácticas en red son acciones imprescindibles. 

Recomendaciones cuidar del bienestar y la salud mental de niños y niña en estos días de la Mesa Técnica de Salud Mental y Apoyo Psicosocial en la Gestión del Riesgo de Desastres.

Conversar sobre la situación y responder a sus preguntas de manera clara y sencilla. “Coronavirus”, “COVID-19”, “pandemia”, “contagio” y palabras similares abundan en estos días, pero es muy probable que no sepa que significan exactamente. Es importante saber cuanta información manejan niño y niñas. Podrán sentirse aliviados en la medida de que puedan expresar y comunicar sus preocupaciones en un ambiente de cálido y de confianza.

Considerar que durante tiempo de estrés es común que niños y niñas se muestren más apegados y demandantes hacia sus cuidadores. El miedo y la ansiedad se manifiestan de diversas maneras en la infancia. Hay quienes expresarán directamente sus preocupaciones, pero también lo podrán hacer a través de dificultades para dormir, dolores de cabeza o de estómago, enojo o miedo a estar solos. Lo importante es acoger con calma estas reacciones y transmitirles tranquilidad y seguridad.

Tratar de mantener lo más posible sus rutinas y actividades cotidianas dentro de lo que las medidas de prevención lo permitan, especialmente las de juego y movimiento.

Practiquen en conjunto la técnica de lavado de manos con agua y jabón, como cubrirse con el antebrazo al toser y estornudar, y otras medidas de autoprotección recomendadas por la autoridad.

Evitar la exposición de niños y niñas a noticias y redes sociales. La mayoría de la información que circula no está pensada para el público infantil.