Región del Biobío. La educación en contexto de encierro es una realidad poco visible en el plano educacional formal del país. Sin embargo, el derecho a la educación es trabajado a diario por el equipo educativo que conforma el Colegio El Renoval, de la Corporación educacional de Fundación Tierra de Esperanza.

Desde el año 2011 funciona en el Centro de Internación Provisoria y Régimen Cerrado del Servico Nacional de Menores de Coronel, y a través de sistemas de turno, continúa entregando hoy el apoyo pedagógico y el acompañamiento humano para los y las jóvenes que estudian en este establecimiento.

Margarita Geldres asumió hace 9 años la dirección del establecimiento, y su convicción en el rol educacional y social ha motivado al equipo a estar presente en la vida de los alumnos en el contexto nacional de la emergencia sanitaria.

¿Cómo están sobrellevando el trabajo en estos momentos de contingencia?

El Ministerio de Educación nos ha entregado lineamientos para este periodo, que en términos simples, favorecen el trabajo remoto y la entrega de material a los estudiantes.  En este escenario el equipo se ha visto en la necesidad y obligación de desarrollar estrategias para el teletrabajo, y no sin dificultad, dado principalmente a que, en un año normal, la mayoría del equipo acostumbra cotidianamente a relacionarse gran parte de la jornada diaria con otros, en particular, con los estudiantes.

Confianza y cooperación han sido conceptos claves durante este periodo. Confianza en las habilidades que el equipo tiene para adaptarse a este nuevo contexto y  en el esfuerzo que cada integrante va a depositar para disminuir al máximo el impacto  que este nuevo escenario pueda tener en el aprendizaje de  nuestros jóvenes. Cooperación, porque más que nunca se requieren los talentos y fortalezas profesionales y humanas. Las instancias y estrategias más que nunca requieren ser altamente efectivas y eficientes, desde ahí que la integración y cooperación del equipo es una necesidad, ejemplo de ello ha sido la revisión y sugerencia que el programa de integración ha hecho al material educativo que se envía a los estudiantes. Ello ha requerido, y a su vez ha sido favorable, el mantener espacios rutinarios como las reuniones técnicas y los cuidados de equipo.

Sin duda es un contexto distinto. ¿Cómo están trabajando con los jóvenes? ¿Qué rutinas han incorporado?

Iniciamos el periodo de nivelación a través de guías de refuerzo.  Este recurso de aprendizaje normalmente se utiliza en el Colegio como un apoyo a la clase. Pensamos inicialmente solo en la nivelación de competencias, que es lo que todos los colegio hacen cuando comienza el año escolar, pues no  imaginamos  que la suspensión de clases sería por mucho tiempo. Sin embargo, las semanas de suspensión se han prolongado, y ha sido necesario avanzar en el curriculum. Entonces, el principal desafío y énfasis técnico que hemos tenido durante este periodo es el de rediseñar las guía de aprendizaje para que no requieran necesariamente de la experiencia de una clase. Nuestros estudiantes constantemente consultan y buscan resolver sus dudas en el aula, ahora ese intercambio y retroalimentación inmediata no está. Entonces la guía se ha tenido que transformar para ser la clase, para resaltar, responder, reforzar y para alentar el trabajo educativo. La guía ha debido ser pensada para que todos los estilos y ritmos de aprendizaje aprendan, para que exista dialogo e interacción. Este nuevo diseño, ya bajo el nombre de plan de trabajo educativo, va a ser compartido prontamente con nuestros estudiantes, y esperamos tenga buenos resultados

¿Qué iniciativa están incorporando para el cuidado del equipo en esta contingencia?

Decidimos, por un lado evaluar por medio de un instrumento la situación de estrés y satisfacción laboral del equipo en este nuevo contexto, levantar sus necesidades y modificar la planificación del cuidado de equipo en base a estos resultados, asumiendo el desafío de adaptarlos al teletrabajo y a las  reuniones online.

 En términos específicos, estamos realizando esta actividad una vez por semana con el equipo, siguiendo las recomendaciones planteadas por la Fundación. Son sesiones de una hora y media que nos permiten mantener el contacto entre nosotras (contacto social),  hablar de temas tales como adaptación a la cuarentena, conciliación trabajo-familia, re significación del teletrabajo (pues notamos la existencia de resistencias a este),  riesgos laborales relacionados con esta nueva practica laboral, gestión de emociones negativas, manejo de estrés, entre otras varias, y por último generar algunas tareas relacionadas con la adaptación tanto de habilidades individuales, como física (ergonomía) que requieren este contexto laboral particular. 

La idea es no descuidar la salud mental del equipo, pensando que por estar en casa se encuentra bien, pues la contingencia, el exceso de información negativa que circula por medios de comunicación y redes sociales, el encierro voluntario y el aislamiento social, son factores que pueden llegar a mermar profundamente en la salud mental de nuestro equipo y de la población en general, provocando dificultades en el desempeño laboral y, por otro lado, estrés, depresión y trastornos ansiosos.  

Además dentro de estas sesiones decidimos mantener las actividades de distención por medio de dinámicas de equipo y usando las plataformas digitales como herramienta a  nuestro favor.

Esta semana utilizamos OneNote, plataforma que nos permitió diseñar y jugar un Escape Room entre todas, actividad que nos entregó un rato divertido, pero también potenció el trabajo en equipo, el sentido de pertenencia en un contexto nuevo y las habilidades cognitivas, especialmente el razonamiento lógico.

Foto de archivo con experiencia realizada con la Universidad Del Desarrollo de Concepción.