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Región de Los Ríos. Adaptar los contenidos de aprendizaje y motivar los procesos socioeducativos en los jóvenes en conflicto con la justicia es una prioridad para el proyecto de Apoyo Socio Educativo (ASE), que Fundación Tierra de Esperanza tiene en Valdivia. Así, frente a la contingencia sanitaria del país, reorganizaron la gestión y hoy en modalidad teletrabajo se coordinaron para elaborar un material pedagógico para los adolescentes, enviándoles guías digitales e impresas para su desarrollo.
Francisca Carrasco, directora (s) del proyecto, señaló que “buscamos continuar facilitando el apoyo a los usuarios, para esto nos coordinamos con el equipo a través de reuniones por videollamada y optamos por el trabajo más factible dada la condición de éstos, dependiendo a si están en privación de libertad o en libertad. Se facilitan tips de hábitos de estudio y links con juegos interactivos saludables para la estimulación y el aprendizaje”.
Además, señaló que “hoy nuestro mayor desafío es poder incorporar estrategias de como a través del teletrabajo hacemos ejecución del trabajo frente al plan de cada usuario. Para tal efecto, se mantienen contactos con la red y usuarios, quienes ya han manifestado la necesidad de efectuar tareas escolares, para esto, el equipo interventor está realizando guías explicativas con desarrollo para que ellos trabajen para reforzar las habilidades cognitivas”
El trabajo realizado ha sido bien recepcionado por los jóvenes, explicó Carrasco , “se sienten muy agradecidos dado el apoyo y acompañamiento a través de vías de comunicación que el equipo realiza. Nosotros de igual forma, agradecemos el contar con buen vínculo y comunicación con ellos. Por otra parte, es fundamental también el contacto con la red, en donde nos mantenemos con comunicación recíproca frente a los casos” indicó.
Esta permanente comunicación les ha permitido detectar las necesidades básicas que se van tejiendo producto de la realidad que vive el país frente al COVID-19. Fue así como uno de los jóvenes, producto de la falta de empleo de su familia, estaba vivenciando la escasez de alimentos en su hogar. Al respecto, Francisca Carrasco, contó que activaron las redes y las coordinaciones con el Servicio Nacional de Menores (SENAME) para gestionar alimentos: “sabemos que es riesgoso movilizarse frente a la alerta sanitaria, sin embargo, se tomaron medidas preventivas necesarias para hacer la compra y la entrega. Nos sentimos orgullosos del valor que tiene nuestro proyecto para los usuarios y que puedan confiar en nosotros dando a conocer sus necesidades, más allá de lo socio educativo. Seguiremos aportando con un granito de arena frente a cualquier necesidad que los usuarios puedan manifestarnos y que esté en nuestra manos facilitar el apoyo”.