Javiera y Vicente, de 16 y 13 años, están informados sobre lo que sucede en el mundo por la propagación del COVID-19 y coinciden en que es necesario quedarse en casa para evitar el contagio. Ambos, al igual que otros 14 adolescentes, hasta hace unas semanas asistían al Programa Ambulatorio Intensivo Infanto Adolescentes (PAI IA) Riviera Centro Poniente, en la región Metropolitana, donde presencialmente recibían atención terapéutica para la rehabilitación por consumo de drogas. Sin embargo, a partir de la medidas de seguridad sanitarias adoptadas por las autoridades del país, hoy lo hacen activamente, pero a través de diversas plataformas tecnológicas.

Daniela Díaz, directora del proyecto, explicó que idearon una intervención adaptada, incorporando la tecnología al proceso. Como equipo están conscientes que en este periodo es donde más se debe acompañar a los jóvenes en sus tratamientos. “Gracias a la rapidez que hemos tenido como equipo en esta contingencia, logramos adaptarnos a estas nuevas necesidades. Esto nos pemite cumplir el mayor desafío que es mantener el proceso terapéutico de los jóvenes (…) las videollamadas han sido fundamentales, con el objetivo de no perder el contacto visual e identificar como se encuentran, siendo el lenguaje no verbal muy importante en las intervenciones”, indicó.

A lo anterior, sumaron las redes sociales más cercanas a los jóvenes para fortalecer la comunicación. De esta forma Facebook, Instagram y Whatsapp, fueron algunos de los medios que detectaron para mantener el vínculo con los jóvenes, convirtiéndolas en plataformas aliadas en el trabajo diario: “han sido las principales redes que permiten el funcionamiento de nuestra intervención. Creamos diferentes secciones, por ejemplo #EspacioRandomRiviera, donde se publican links de películas, playlist de música, vídeos e imágenes entretenidas, y por supuesto material terapéutico, creado por nuestros profesionales con diferentes tips básicos, para controlar los síntomas ansiosos que podrían presentar los jóvenes debido a la contingencia actual”, enfatizó Daniela Díaz.

Evaluación y monitoreo

En reuniones de equipo monitorean el proceso diariamente. Daniela Díaz, indicó que “evaluamos constantemente el eventual impacto de la cuarentena en la salud mental de las y los adolescentes. Para ello, en cada intervención se les orienta sobre actividades, rutinas y estrategias para afrontar la contingencia actual. Ha sido una experiencia muy favorable, puesto que, jóvenes que teníamos en rescate y que no asistían regularmente al programa se han vinculado, y le ha hecho sentido este tipo de intervención”.

Además, afirmó que “esta situación de contingencia sanitaria nos ha puesto a prueba a cada uno de nosotros/as en diferentes esferas de nuestras vidas, a pesar de lo anterior, el equipo unifica y despliega la propuesta de continuar con los diferentes tratamientos de los jóvenes comprendiendo que la cuarentena suscita temores, angustias y ansiedad; por lo tanto, el foco principal fue entregar de manera inmediata las atenciones terapéuticas mediante las diferentes vías con las cuales contábamos. Para los/as adolescentes ha sido un espacio de contención de mucho agradecimiento y como equipo enfatizamos la importancia de que sí o sí se mantuviese la intervención del 100% de nuestros usuarios, con técnico en rehabilitación y psicóloga, ya que sabemos que aumentarán las crisis por abstinencia y ansiedad desde esta misma abstinencia, pero también desde el encierro y la situación mundial actual, más aun en la etapa del desarrollo en que se encuentran nuestros jóvenes, donde la necesidad de un otro, de sus pares es muy importante“.

El cuidado en el equipo

Adaptarse a este nuevo contexto tiene implicancias emocionales. Por lo mismo, los espacios de contención del equipo son parte de la rutina. Además, instalaron metodologías de autocuidado, donde la creatividad y el humor también están presentes. Daniela Díaz, manifestó que “ buscamos distintas metodologías de autocuidado, ejemplo reuniones temáticas, con sombreros. Esta surge como una propuesta de una compañera, y después nos gustó (…) lo ideal es vivir un espacio agradable, que nos permita llevar el día a día de una manera creativa y entretenida. Destaco del equipo la entrega, vocación y profesionalismo. El comprender que el trabajo en equipo es fundamental para avanzar y cuidarnos, cuidar también nuestra propia salud mental”.

Los niños y niñas opinan

Vicente. 13 años, Maipu

 “El proyecto me ha apoyado y ayudado mucho en tener una mayor estabilidad emocional y dejar de lado el consumo. Agradezco mucho lo que han hecho por mi”.

 Javiera. 16 años, Maipú

“Estar más en la casa me ha ayudado para mi tratamiento, el programa me ayuda con los consejos que me dan y la importancia que me dan”.