A diario los niños, niñas y adolescentes que participan en los proyectos de Fundación Tierra de Esperanza, permanecen acompañados y en contacto con los equipos de profesionales desde Iquique a Puerto Montt. Para ello, se han implementado sistemas de turno y de teletrabajo para que la misión institucional siga presente para la infancia y adolescencia frente a esta emergencia sanitaria que vive el país.

Para ello, los proyectos se han organizado a través de planes de acción y con diversas estrategias para dar continuidad a las intervenciones y acompañamiento a la infancia y adolescencia. Al respecto, Rafael Mella Gallegos, director ejecutivo de Fundación Tierra de Esperanza, destacó el trabajo desarrollado y valoró que en un escenario como el de hoy, la infancia pueda contar con el apoyo institucional: “cautelando la seguridad de todas y todos quienes formamos parte de Tierra de Esperanza, hemos logrado mantener contacto con todos los niños, niñas, adolescentes  y familias que forman parte de la Fundación. Les mando un mensaje de aliento y mi reconocimiento por la tarea que están desarrollando, especialmente, a quienes en virtud de las características de sus programas, están asistiendo presencialmente para atender a los niños, niñas y adolescentes” manifestó.

Coordinaciones y gestión

Diariamente en coordinación con las distintas direcciones se realizan monitoreos territoriales para levantar el estado y las necesidades de las zonas. Este fortalecimiento de la gestión hoy nos permite orientar los protocolos institucionales a la contingencia nacional, y así priorizar por la seguridad de los trabajadores y trabajadoras, como también para las atenciones de la población infantojuvenil.

Ana María Abarca, Directora de Personas, señaló que “en este contexto hemos instalado modalidad de teletrabajo y trabajos en turnos, además hemos creado el Comité de Prevención, Cuidado y Respuesta para pesquisar oportunamente los casos de sospecha y confirmados de COVID-19”.

Este protocolo desarrollado por la institución permite levantar un diagnóstico, tanto de los equipos como de los usuarios atendidos, que activa un despliegue con las orientaciones requeridas por las autoridad sanitarias. “Dependiendo del caso, este protocolo nos indica las acciones, por ejemplo, realizar un acompañamiento en el caso que se haya indicado una cuarentena , analizar si esto conlleva realización de teletrabajo u otro procedimiento. Además, este protocolo nos ha permitido constatar al día de hoy que Fundación Tierra de Esperanza no cuenta con ningún caso confirmado de COVID-19. Por lo tanto, nos permite monitorear de manera oportuna y coordinada con las distintas redes que hemos establecido”.

Las coordinaciones, la comunicación y las gestiones a tiempo son una prioridad. Para ello, el Comité de Prevención, Cuidado y Respuesta, operará con un acompañamiento territorial personalizado, asignándose a Eloísa Lefián, prevencionista de riego, como contacto para la zona norte; Pamela Finschi, encargada de la Unidad de Cuidado de Equipo, en la zona centro; y Claudio Guerrero, Coordinador de la Unidad de Gestión de Riesgo de Desastre, en la zona sur.