Un aporte a la mirada de la masculinidad positiva en el ámbito de las y los jóvenes en conflicto con la justicia fue uno de los objetivos que buscó abrir desde el análisis y la reflexión, el seminario organizado por Fundación Tierra de Esperanza y patrocinado por el Servicio Nacional de Menores de Valparaíso.

La iniciativa fue impulsada por el proyecto de Apoyo Socioeducativo (ASE) de la región de Valparaíso y contó con una masiva participación de distintos puntos del país, del ámbito de la sociedad civil, académico y público.

Ilsia Rojas, directora (s) de Sename Valparaíso, señaló que “con mucho gusto nos sumamos a esta iniciativa. Sabemos que compartir las buenas prácticas que desarrollan los equipos es muy provechoso, no solo para los equipos, sino que también para los programas que están con la misión de trabajar para los adolescentes infractores de ley. Como Sename, todas nuestras orientaciones técnicas, tanto de sanciones, medidas y programas complementarios, está como eje de trabajo importante el enfoque de género. Además ahora, hemos sumado con especial énfasis trabajar aspectos de interculturalidad,  como un elemento importante de tener en consideración”.

En tanto,  Paula Carrasco Cabrales, directora zonal centro de Fundación Tierra de Esperanza, señaló que se busca que esta iniciativa “también sea la antesala de promover y generar dentro de los equipos un debate técnico y de generar propuestas interventivas que sean interesantes justamente para llegar a los chiquillos con quienes trabajamos, para que nuestra intervención tenga un impacto positivo y super alineado con las necesidades interventivas que hoy tienen nuestras juventudes. Tenemos un desafío importante las distintas instituciones que trabajamos en esta línea y nosotros queremos promover estas instancias”.  

Para Orlando Carvallo, director del proyecto de apoyo socioeducativo (ASE) de Valparaíso, el seminario surgió a partir de que “hay una necesidad para promover una intervención de calidad y realmente significativa para los procesos de inserción social que la red de Responsabilidad Penal Adolescente busca desarrollar. Lo anterior se ve apoyado por la investigación y la academia; pues siguiendo las palabras de Messerschmidt (2005); existen momentos determinantes de la reafirmación de la masculinidad y de la virilidad en los y las jóvenes; y que los factores de riesgo que experimentan, como la ausencia de un trabajo o estabilidad familiar, contribuyen a fomentar la masculinidad arquetípica-hegemónica tradicional. De aquí se desprende que el comportamiento delictivo se convierte en forma de expresión de su masculinidad. En otras palabras, un joven que no se desempeña según lo esperado y con éxitos reconocidos por otros en la escuela, trabajo o familia, es probable, que busque alternativas para la validación de su masculinidad, siendo el delito una posible respuesta, dado que en el delito se vincula con expresiones de abuso de poder y uso de la violencia que forman parte del concepto de masculinidad tradicional”.

Desde la experiencia del equipo ASE, esto ocurre con mayor recurrencia en contextos de marginación y pobreza, donde el ámbito criminal se comporta en factor de satisfacción y validador de “hombría”. “No se debe pasar por alto, además, que son los jóvenes que se reconocen como hombres los que cometen más cantidad de delitos. Es en este escenario, que se vuelve relevante que las intervenciones que se realizan con esta población en específico promuevan una perspectiva de género que construya una masculinidad igualitaria juvenil que se exprese y relacione priorizando; una igualdad de géneros, una ruptura de estereotipos masculinos arquetípicos y que establezca relaciones sociales de respecto en el contexto social que los rodea; siendo el estudio, análisis y reflexión conjunta de los procesos de construcción y deconstrucción de la identidades de género, y en específico las masculinidades, uno de los aspectos relevantes para los y las interventoras; con el fin interactuar en estos desafíos para con los jóvenes en pro de sexualidades sanas y liberadoras”, subrayó Orlando Carvallo.

Las exposiciones estuvieron a cargo de Patricia Rodríguez González, matrona y máster en sexología; Oscar Lazcano, kinesiólogo y terapeuta; el equipo ASE Valparaíso, con la participación de Valentina Sánchez, Paola Santibañez, Paula Carvajal, Aracelly Cortés y Victoria Guasch; de José Rebolledo Moya y Alba Sepúlveda Plata, de la Dirección Técnica de Fundación Tierra de Esperanza, quienes profundizaron en la metodología para el levantamiento de una perspectiva de género la intervención de jóvenes en marginación social”

Cabe señalar que Fundación Tierra de Esperanza trabaja directamente con mil 600 jóvenes en conflicto con la justicia, a través de las líneas de intervención de tratamiento para la rehabilitación del consumo de drogas y alcohol, educación y justicia juvenil.

Puedes revisar el seminario en el canal youtube de Fundación Tierra de Esperanza, haciendo click aquí