Luego de recibir por dos años acompañamiento para mitigar los efectos psicológicos, familiares y sociales ocasionados por la privación de libertad de sus cuidadores principales, los niños, niñas y adolescentes que participan del proyecto Afectos de Fundación Tierra de Esperanza, fueron egresados del programa Abriendo Caminos del Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
De esta forma, más de 28 familias culminaron este proceso que benefició a 48 niños, niñas y adolescentes de las comunas de San Pedro de la Paz, Concepción, Hualqui y Penco. Una de ellas fue Marianela González del sector Boca Sur de San Pedro de la Paz, quien cumple el rol de cuidadora de dos bisnietos y quien señaló que  “a través del programa aprendí muchas cosas. Yo soy bisabuela a cargo de mis bisnietos que son chicos. Me costó volver a ser mamá, uno ya se olvida de la crianza, por ejemplo , a cambiar pañales o saber qué hacer cuando están con mañitas los niños. Acá me apoyaron  con talleres y  me ayudaron mucho. También para estar más cerca a las redes de apoyo, como el consultorio y la enseñanza de mis chiquititos”.

En tanto, Ana María Sepúlveda, directora del proyecto Afectos de Fundación Tierra de Esperanza, indicó que “terminamos con alegría esta etapa que fue muy significativa, porque comenzamos en plena pandemia y pudimos contribuir a que la situación de privación de libertad del adulto no afecte el adecuado desarrollo y bienestar de los niños y niñas, en áreas tan importantes como salud, educación, relaciones familiares y protección de derechos, entre otros”.

El impacto que tiene en los niños, niñas y adolescentes enfrentar que sus padres, madres u otro cuidador principal se encuentre privado de libertad, puede ocasionar en ellos ansiedad, depresión, estrés y dificultades en la autorregulación, llegando incluso a vivir trauma complejo. Por esta razón, el programa Abriendo Caminos cobra importancia para el acompañamiento a través de su equipo de profesionales, que también favorecen a la vinculación con las redes comunitarias en el ámbito de la salud y educacional.


En la ceremonia de término se les realizó la entrega de certificados y un regalo a cada niño y niña como reconocimiento por su participación en el proceso. En la ocasión, Mauricio Ortiz, coordinador de la línea de protección en Fundación Tierra de Esperanza y Karina Castro Mena, encargada regional del programa Abriendo Caminos desde el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, reconocieron el compromiso de las familias por participar de esta iniciativa y destacaron el rol que cumplió el equipo que realizó el acompañamiento desde el año 2020. A la actividad también asistió Carolina Hidalgo, supervisora técnica de Fundación Tierra de Esperanza y Sylvana Moreira, supervisora técnica del Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
Cabe señalar que Fundación Tierra de Esperanza fue parte de los primeros organismos de la sociedad civil que inició la ejecución de los programas Abriendo Caminos, en unos de los pilotos iniciados en la región del Biobío el año 2009, posteriormente se abrió el proyecto a las regiones de La Araucanía y Antofagasta.