Nacional. Durante este semestre se habilitarán dos nuevos programas en las localidades de Alto Hospicio y Copiapó, lo que permitirá atender a niños, niñas y adolescentes en Protección Especializada en Maltrato y Abuso Sexual Grave (PRM), y en Intervención Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes que presentan Conductas Abusivas de carácter Sexual (PAS), ambos subvencionados por el Servicio Nacional de Menores (SENAME).

La implementación de estos nuevos programas es parte de los resultados del cuarto concurso licitatorio realizado por SENAME y donde se confirmó además, la continuidad de otros proyectos que Fundación Tierra de Esperanza tiene en ejecución en la zona norte y sur del país, donde participan más de 660 niños, niñas y adolescentes; entre ellos, programas de Familias de Acogida (FAE), en Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (PEE), de Prevención Focalizada (PPF)  y de Protección Especializada en y Abuso Sexual (PRM).

Rafael Mella Gallegos, director ejecutivo de Fundación Tierra de Esperanza, señaló que “dentro de la planificación estratégica institucional está el desarrollo del área de protección de derechos que es el origen de la Fundación, y sabemos que tenemos las competencias a nivel nacional para entregar un buen servicio a niños, niñas, adolescentes y familias que lo necesitan. En este año que es tan complejo, resulta particularmente motivante el saber que podemos mantener nuestros programas e incluso asumir nuevos desafíos como es el caso del PRM en Alto Hospicio y el PAS en Copiapó, que son nuevos desafíos y nuevas oportunidades para cumplir con la misión institucional en nuevos territorios”. Además, agregó que el seguir creciendo en esta línea “da cuenta de la confianza que tiene el Servicio (SENAME) en el trabajo que hacemos en nuestros programas (…) se refleja la buena evaluación que se tiene por parte del servicio de nuestros proyectos, del trabajo que día a día desarrollan todas y todos nuestros profesionales”.

Programa PRM

El programa estará emplazado en la localidad de Alto Hospicio y permitirá la atención de 100 niños, niñas y adolescentes. El objetivo de este programa se enmarca en contribuir a la protección de los derechos de esos niños, niñas y adolescentes, promoviendo su recuperación integral (física, psicológica, social, sexual, emocional) que debe asegurar la interrupción del maltrato y proveer de contextos protectores en el proceso a través de una intervención especializada, de reparación y resignificación de las experiencias abusivas que los niños, niñas y adolescentes han vivenciado.

De esta forma, la implementación de este programa se suma a la oferta programática que Fundación Tierra de Esperanza tiene en la región de Tarapacá, con el funcionamiento del programa PRM Bahía Esperanza Iquique.

Programa PAS

Actualmente, esta modalidad está presente en la región de Antofagasta, y durante este semestre Fundación Tierra de Esperanza la ampliará a Copiapó, permitiendo la atención de 60 niños, niñas y adolescentes. Este programa está orientado a contribuir a la interrupción inmediata de las conductas abusivas de carácter sexual que presentan los niños/as y adolescentes, a partir del desarrollo y/o fortalecimiento de las competencias de ellos mismos.

Desafíos técnicos

Dentro de los desafíos institucionales está potenciar la línea de protección, que a la fecha está presente en diversas regiones del país, contribuyendo a la atención ambulatoria de las necesidades de la niñez y adolescencia.

Al respecto, Johanna Sanhueza, coordinadora técnica de la línea de Protección en Fundación Tierra de Esperanza, señaló que “sabemos el impacto negativo que sufre un ser humano cuando se trunca un vínculo, cualquiera que fuere. En tal sentido, hemos logrado mantener vigente la atención los niños, niñas y adolescentes, quienes no tendrán que experimentar cambios de referentes en sus procesos de intervención, lo cual es una tranquilidad inmensamente importante desde el punto de vista de nuestra misión”. Además, agregó que esto “siempre conlleva nuevos desafíos el crecimiento institucional. En este caso, implica preparar las condiciones técnicas y operativas para recibir a 160 niños, niñas y adolescentes”, indicó.

La continuidad operacional de Fundación Tierra de Esperanza no se detiene. El contexto sanitario sigue reafirmando en las y los profesionales el compromiso con la niñez y adolescencia, contribuyendo desde la experiencia profesional a seguir aportando desde los primeros años de vida, al ejercicio pleno de los derechos en los niños, niñas y adolescentes.