Región de Tarapacá. Con el objetivo de entregar orientaciones técnicas y sensibilizar frente a una realidad poco visible y que tiene elementos multifactoriales, Fundación Tierra de Esperanza, capacitó a programas de la línea de protección de Iquique en la identificación oportuna de conductas abusivas de carácter sexual en menores de edad.

El espacio fue dirigido por Oscar Mercado, director del programa PAS Paaicktur que Fundación Tierra de Esperanza tiene en Antofagasta, quien señaló que las dinámicas que se presentan como conductas abusivas de carácter sexual en menores de edad no son elementos lineales dentro de un contexto. “Un niño, niña o adolescente que ha sido vulnerado con un abuso sexual no necesariamente va a incurrir en una práctica abusiva sexual. Por ende, es posible dar cuenta que estas dinámicas responden a elementos multifactoriales en constante cambio, por lo cual es imperativo que todos los profesionales podamos contar con actualización, capacitación y entrenamiento en el abordaje de estos casos” , explicó.

Las orientaciones técnicas del Servicio Nacional de Menores, explican que la conducta abusiva de un adolescente se define como “cualquier tipo de actividad sexual con un niño o niña donde el agresor está en una posición de poder. En estos casos, la víctima se ve involucrada en actos o interacciones sexuales que no es capaz de comprender o detener”. Es así como factores socio-ambientales como variables culturales, factores de la familia de origen y factores psicológicos individuales podrían incidir en ello. De esta forma, Oscar Mercado agregó que “es relevante que todos los intervinientes en infancia, tengamos siempre una mirada que implique un abordaje integral. Debemos comprender, aprender y aprehender, que todos los niños, niñas y adolescentes son sujetos de derechos, que deben ser promovidos, cuidados y respetados independiente de su comportamiento. Debemos entender que se encuentran en una etapa de desarrollo, que va a estar fuertemente influenciada y determinada por el contexto y el cuidado de los adultos responsables, que cualquier niño, niña o adolescente en situación de vulneración podría incurrir en conductas PAS si no los protegemos. Debemos tener siempre presente que un niño, niña o adolescente, presenta una historia de vulneración, de victimización, de daño y sufrimiento físico y/o psíquico antes,durante y después de la comisión de estos actos y que, finalmente, las prácticas abusivas sexuales, siempre, estarán mediatizadas por la violencia”.

La directora del Programa de Intervención Especializada (PIE 24 horas), Daniela Aliaga, y que Fundación Tierra de Esperanza tiene en la localidad de Alto Hospicio, señaló que “esta capacitación significó el poder acceder a mayor conocimiento respecto a la temática, para que los profesionales pudiesen adquirir aprendizaje y herramientas al momento de intervenir con niños, niñas y adolescentes que presentan este perfil (…) lo que facilita podamos entregar una mejor atención y atender de manera asertiva sus necesidades y las de sus familias”.

En la jornada también revisaron la experiencia del proyecto PAS Paaicktur, que trabaja en la temática, dando cuenta la invisibilidad que tiene esta realidad en la sociedad. Al respecto, Oscar Mercado, indicó que “es necesario sensibilizar respecto de esta temática porque es algo que siempre ha estado presente, pero poco observado o visualizado. Desde nuestra experiencia existe un gran desconocimiento sobre la identificación y correcto abordaje de las conductas sexuales que pudiese presentar un niño, niñas o adolescente en algún contexto determinado. Aún existen dificultades para diferenciar una conducta sexual problemática versus una práctica abusiva sexual, y eso genera elementos de estigmatización y acciones iatrogénicas para la intervención”.

Los profesionales que trabajan en este ámbito tienen claro que los menores de edad están en pleno desarrollo: “debemos entender que su futuro no esta determinado por las conductas que han realizado y que estos tienen el derecho y deben tener la oportunidad de ser insertos en la sociedad y es esta sociedad, la que debe aprender y entender la diferencia entre niño, niña o adolescente  que realiza una práctica sexual versus un adulto que realiza abusos sexuales. Hay un mundo de diferencia, y esa diferencia solo pueden ayudar a crearla los profesionales responsables, con conocimiento y que aún creen en la infancia. Todos somos responsables de que un niño, niña o adolescente se desarrolle en forma adecuada” enfatizó Oscar Mercado.

Las vías de ingreso a los programas PAS principalmente son por disposición judicial desde Tribunales de Familia y la derivación desde la red SENAME, como primera prioridad los niños, niñas y adolescentes que provienen de centros residenciales.