Concepción. Luego de estar casi dos años recibiendo tratamiento terapéutico para la rehabilitación en consumo de drogas, jóvenes del proyecto CreSer Concepción de Fundación Tierra de Esperanza, recibieron su alta terapéutica en una emotiva ceremonia.

Rafael Mella, director ejecutivo (I) de la institución de infancia, manifestó que “aquí hubo voluntad y perseverancia de tres jóvenes por cambiar sus vidas y un trabajo de un equipo de profesionales que les entregó las herramientas para salir adelante. Sin embargo, para que esto ocurra, se requiere de acciones complementarias e integrales de intervención y un trabajo colaborativo de la comunidad y el Estado”.

En el proyecto, que es subvencionado por SENDA, participan 41 adolescentes y jóvenes, quienes a diario reciben atención especializada a través de un equipo multidisplinario, el cual fue reconocido por los asistentes por contribuir con su trabajo a la rehabilitación en el consumo de drogas.

Bryan (19) fue uno de los egresados y señaló que “siento una emoción grande por haberlo logrado. Hay que intentar salir de las drogas, solo traen problemas. Yo los tuve con la justicia y mi familia, a uno lo dejan de lado por culpa de la drogas y el alcohol, pero me recuperé (…) necesitamos que los adultos incentiven más a los niños y jóvenes con deporte porque la droga está en todos lados y se consigue como comprar un dulce, el deporte es bueno en el tiempo libre”.

En tanto, Jorge Bastías, director regional de SENDA Biobío, junto con reconocer el trabajo de Fundación Tierra de Esperanza, señaló que “el foco lo hemos puesto en los niños y en los jóvenes, por lo tanto cada vez que logremos que un joven pueda salir adelante en un proceso terapéutico es un tremendo logro no solo para el Gobierno, sino que para el país entero”.

Fundación Tierra de Esperanza constató que las características generales de los adolescentes al momento del ingreso a los programas de tratamiento en consumo de drogas para adolescentes infractores de ley que están en el medio libre, esla presencia de una alta cantidad de policonsumo de drogas, que sumado a las características propias de la etapa evolutiva y al contexto de vulnerabilidad, los expone a situaciones de alto riesgo. Asimismo, la motivación al consumo de alcohol principalmente está centrado a factores adaptativos; mientras que la marihuana, a factores emocionales.  

Al finalizar la ceremonia, la directora del proyecto Ana Quezada, entregó emotivas palabras a cada uno de los jóvenes que egresaron, lo que dejó de manifiesto el fuerte vínculo que se construye durante el tratamiento terapéutico, entre el equipo y los jóvenes, lo que permite culminar con éxito el proceso terapéutico.