Pedro Canales, presidente del organismo, abordó la crisis del sistema de menores en el país y, además, el trabajo que realizan con adolescentes privados de libertad.
Fuente: La Tercera
“Creo que el Estado se hará cargo rápidamente de esto”. De esta manera, Pedro Canales, director ejecutivo de Fundación Tierra de Esperanza, se refiere al crítico Informe final del Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas en que se indica que por más de 40 años se han vulnerado a los menores internos en centros del Sename en el país.
Canales señala que el problema que enfrenta el Sename es algo que “hay que resolverlo y hacerlo ya”. Agrega que hoy el servicio citó a una reunión a los representantes legales de todas las Ocas, donde cree que se puede abordar este tema.
Dice, además, que “no puede seguir esto en comisiones, en reformulaciones, sino que hay que hacer un resolución, una reestructuración, de lo que se está haciendo. En ese sentido creo que el proyecto de término del Sename y la creación de dos nuevos servicios es el punto inicial a la transformación de estas dificultades”.
El presidente de la Fundación Tierra Esperanza cree que recién, desde hace un par de años que “hay una visión diferente de cómo abordar los temas de infancia. Y quiero decir del último tiempo, quizás en el gobierno de la Presidenta Bachelet ya comienza a vislumbrarse algo, y el tema de que este gobierno traiga a ‘los niños primeros’ es hacerlos visible”.
Confía en que el actual gobierno podrá darle solución a la crisis del sistema infantil en el país, pues “ninguno de los ministros involucrados, ya sea el de Desarrollo Social ni el de Justicia, se van a descuidar de lo que se va a crear, porque sería muy feo que se creen estas nuevas instancias y fracasen al poco tiempo. Creo que nadie esté dispuesto a eso”.
Pero insiste en que “si no hay un cambio radical, real, si no vamos a una situación distinta, quiere decir que la situación está mal, que el gobierno no se da cuenta de lo que esto es”.
Valoró el trabajo realizado hasta ahora por la Defensora de la Niñez, indicando que “debiera darnos una garantía de que alguien al menos va a estar ocupado de resguardar que se cuiden y cautelen los derechos de los niños. Y eso era algo que no teníamos hace dos meses y hoy existe. Por otro lado, creo que la realidad que hemos vivido en los últimos años en este campo de la atención a niños, niñas y adolescentes en alguna situación de vulneración, hace que todos estemos mirando con mayor responsabilidad el trabajo que se está realizando y que se va a realizar”.
Menores privados de libertad
Tierra de Esperanza trabaja actualmente con 1.445 adolescentes privados de libertad en centros de internación provisoria y régimen cerrado en distintas regiones del país. Gracias a esta labor han podido constatar una serie de datos respecto a la realidad de estos menores.
El 85% de ellos declaró haber sufrido algún tipo de vulneración en su infancia; el 41% pertenece a una familia monoparental; un 32% se encuentra fuera del sistema escolar; mientras que el 74% declaró que ha repetido algún curso. Pero la cifra más preocupante es que el 98% dijo haber consumido drogas.
“Todos los menores de 18 años son víctimas, ya sean infractores o víctimas de maltrato. Quiero ser claro en por qué un infractor de ley es una víctima. Cuando uno analiza las historias de vida de los muchachos menores de 18 años que han cometido delitos, puedes encontrar una explicación a por qué llegaron a delinquir. No los estoy justificando. Desde el punto de vista de la psicología es explicable. Puede ser no comprensible. Pero cuando vez sus historias de vida encuentras una explicación a su conducta”, explica Canales.
Dice que el principal problema que tienen a la hora de trabajar con los menores es que los recursos del gobierno a veces no llegan cuando los necesitan. “Tú no puedes desarrollar bien tu trabajo si no recibes a tiempo los recursos de Estado comprometidos. No exijo que el Estado me pague todo, solo que me dé lo que se comprometió”, indicó.
Detalla que son dos las escuelas de centros privativos de libertad para menores en las que se desempeñan, pero no pueden atender cómo quisieran las necesidades educativas que tienen los adolescentes.
“El proyecto pedagógico es de educación de adultos, eso es lo que tenemos validado por el Mineduc, porque los recursos que recibimos no permiten implementar algo ad hoc a los jóvenes. Tuve entrevistas con el ministro de Educación hace unas semanas y le planteé el tema, la idea es corregir eso”, contó.
Finalmente, señaló que es importante darles las herramientas necesarias que estos menores necesitan para poder surgir, y que les permitan volver a integrarse a la sociedad. “Lo único que hemos acordado como sociedad es privarlos de libertad, de nada más, no es privarlos de su dignidad, de su derecho a la educación”, concluyó.
Fuente: La Tercera
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