Temuco, región de la Araucanía.Damaris Pailla Levin es una de las adolescentes que fue reconocida por su participación en el concurso Epew (relatos) organizado por la red regional intercultural Kiñe Wain Pichikeche Ñi Duam (nos juntamos por los niños), en la Araucanía.

Paola Levío, directora del programa de intervención breve Trawn Peuma de la Fundación Tierra de Esperanza, en el que participa Damaris, destacó  que ” en el epew “El ratoncito mentiroso”, escrito por Damaris, ella  utilizó  recursos personales como la comunicación, imaginación y creatividad, creando una historia y enseñanza significativa. Para la elaboración del cuento se realizaron coordinaciones a nivel familiar y escolar, siendo fundamental el apoyo de su entorno cercano ”.

El proyecto Trawn Peuma se caracteriza por promover la participación infantoadolescente en diversos espacios, lo que contribuye al desarrollo de los niños, niñas y adolescentes.

 

*El epew es un tipo de relato oral mapuche en que se narran sucesos ficticios, habitualmente protagonizados por animales personificados.Puede considerarse un equivalente mapuche de la fábula, pues aunque tiene la función de entretener, también cumple con un afán didáctico y se usa para transmitir a los niños y jóvenes valores como la honradez o la lealtad. Entre los animales que protagonizan las historias con frecuencia se hallan el zorro (ngürü), el jote (kanin) o el puma, particularmente una hembra (pangi) y sus cachorros (pangküll).

 

EPEW 

 

El ratoncito Mentiroso

Autora: Damaris Paillal levin

12 años

*texto original en su redacción.

Había una vez un ratoncito llamado Pinki, vivía en una humilde y sencilla casita, en la casa habían tres gatos uno llamado Nieve, otro llamado Rucio y gatita hermosa llamada Anita, son muy regalones y buenos.

Un dìa Pinki, salió a dar una vuelta por todo el vecindario de repente vio a uno de los gatos que estaba durmiendo y como vio que estaba zeta se subió encima del gato y se puso a bailar guaracha, el gato fue el hazme reír e todos los animalitos que recorrían por esos senderos, el gato se enojo mucho con Pinki y le dijo: Si tú te subes otra vez en mi yo te comeré.

El ratoncito salió arrancando muy enojado y quiso hacerle una broma al gato, dijo: ahí!! viene un perro grande y quiere comer al gato, el gato oyendo esto arrancó lo más veloz posible, mientras el ratoncito muerto de la risa, sin darse cuenta que había un perro detrás de él se puso a bailar guaracha.

El perro creyendo que el ratón se burlaba de él, le dio un mordisco en la patita delantera, el gato viendo como muerden a ese pobre ratoncito salió corriendo y lo salvó, el ratoncito le agradeció por haber salvado a pesar de que el lo molestaba mucho.

Finalmente el ratoncito se le curó la herida y pudo correr, saltar, jugar y bailar guaracha como siempre lo hacía cuando estaba contento y vivieron felices comiendo perdices.

Enseñanza:   pase lo que pase siempre uno tiene que ser buena y humilde por que sobre todas las cosas Dios lo dijo así y que la vida es una historia muy amarga y triste.