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A través de un libro y dos exitosos seminarios llevados a cabo en Concepción y Valparaíso, Fundación Tierra de Esperanza dio a conocer los resultados de su investigación relativa a la sistematización de experiencias socioeducativas con jóvenes en contexto de encierro.

Pedro Canales, director ejecutivo de Fundación Tierra de Esperanza, señaló que “es una tarea permanente asegurar la educación a la población más vulnerable, cuando se habla en el país de una buena educación, muchas veces los jóvenes privados de libertad están olvidados. En este seminario los hemos puesto al centro, recordando que los jóvenes privados de libertad, están privados de libertad, pero no de su derecho a la educación”.

 

Uno de los principales objetivos que se plantearon los investigadores de Fundación Tierra de Esperanza para la realización de este estudio, fue constituir, a partir de un análisis crítico, un insumo para visibilizar la necesidad de la recuperación y continuidad de la educación de los adolescentes privados de libertad que presentan rezago escolar y que están en riesgo de abandono, como una fase previa a tomar en cuenta para concretar la reinserción social.

Carlos Burgos, profesional de la Dirección de Investigación, Desarrollo e Innovación, y además quien dirigió la investigación, señaló que “este es un tema que muchas veces no se conversa. Hoy a partir de esta investigación estamos dando a conocer elementos importantes para comenzar a hablar de reinserción social. Además, Fundación Tierra de Esperanza es parte de la red PECE (Red de Pedagogía en Contexto de Encierro) donde estamos conjuntamente profundizando en esta temática a través de investigaciones”.

 

Cabe destacar que, de acuerdo a la UNESCO, si todos los alumnos finalizaran su educación secundaria, las tasas de pobreza a nivel global se reducirían a menos de la mitad.

 

De esta forma, en la investigación, financiada por el Ministerio de Desarrollo Social a través del fondo “Chile de Todas y Todos 2017”, se recopilaron  testimonios de docentes, educadores y adolescentes egresados y partícipes de los proyectos de reinserción educativa y colegios de Fundación Tierra de Esperanza insertos en los Centros de Internación Provisoria y Régimen Cerrado (CIP-CRC) administrados por el SENAME en las comunas de Limache (Colegio Ruka Newén) y Coronel (Colegio el Renoval), lo que permitió conocer, entre algunos resultados, complejidades en el desarrollo educacional del sistema como: el escaso apoyo familiar y redes de apoyo de los jóvenes con la que pueden contar para ejercer su educación, la dificultad de aprendizajes debido a los grados de desescolarización y de desfase escolar, también los estados de ánimo propios del encierro y que se reflejan en el aula.

 

En Concepción, Claudio Fredes Flores, representante del Seremi de Desarrollo Social en la región del Biobío, señaló que “mientras más temprano sean las intervenciones , más significativas serán estas. Nosotros como Estado al entregar herramientas a los jóvenes que están privados de libertad, es muy significativo para el trabajo posterior que podamos hacer”.

 

La experiencia en Concepción contó con la colaboración de la Universidad Andrés Bello, mientras que en Valparaíso fue la Universidad de Playa Ancha la institución apoyó la iniciativa. A ambas instancias asistieron diversos actores vinculados a la infancia, del Ministerio de Desarrollo Social, del Ministerio de Educación, del Servicio Nacional de Menores, además de académicos y estudiantes de carreras afines.

 

Al mismo tiempo, este encuentro incluyó espacios para talleres que se realizaron con los asistentes al seminario y que permitieron a la audiencia profundizar empíricamente en el trabajo e impregnarse con los objetivos de estas indagaciones y cuyos resultados están plasmados en el libro titulado “Experiencias socioeducativas con jóvenes en contexto de encierro: una tarea pendiente” que servirá de base para proyectar futuras investigaciones. En la investigación dirigida por Carlos Burgos Gallegos, también participaron los profesionales Alba Sepúlveda Plata, José Rebolledo Moya, Marcelo Durán, Cristián Jullian y Dagmar Troncoso.