Los programas de Familias de Acogida que Fundación Tierra de Esperanza tiene en Iquique y Calama, están desarrollando diversas actividades informativas a la comunidad, con el objetivo de dar a conocer la importancia que tiene esta modalidad de proyecto ambulatorio que busca materializar el derecho a la familia que tienen los niños, niñas y adolescentes.

De esta forma, en Iquique están realizando visitas a medios de comunicación, organizaciones y espacios comunitarios, como también, mantienen una permanente vinculación al Servicio Mejor Niñez, donde su director, Mauricio Prieto Rojas, ha participado activamente en las actividades programadas. Según explicó la directora del programa FAE Oasis- Iquique, Gabriela Zaraza Plaza, “con Mejor Niñez estamos trabajando de manera complementaria. Seguimos potenciando la difusión en beneficio de los niños y niñas que necesitan ingresar a este sistema. Estamos trabajando de manera conjunta”. De esta forma, están participando en los Gobiernos en Terreno y en distintos espacios para llegar a más potenciales familias de acogida.

En tanto, en Calama, el programa de Familia de Acogida Oasis-Calama, también mantiene un vínculo permanente con la comunidad y el Servicio Mejor Niñez, de esta forma buscan seguir abriendo puertas para más niños, niñas y adolescentes que necesitan una familia que les acoja. María Cristina Pacheco Meneses, psicóloga y encargada de Familias de Acogida Externas, señaló que “hay evidencia clara de que las familias de acogida, a diferencia de los sistemas residenciales, pueden ser un espacio propicio para que los niños, niñas y adolescentes puedan subsanar carencias tempranas, reparar las experiencias de apego y desarrollar una mejor salud mental, promoviendo a su vez la importancia de un espacio familiar que brinde a los niños, niñas y adolescentes afecto y protección de manera transitoria, mientras se restablece su derecho a vivir en una familia definitiva”.

De esta forma, ambos equipos hacen un llamado a interiorizarse sobre el programa de Familias de Acogida que otorga atención a niños, niñas y adolescentes (NNA) que han sido gravemente vulnerados en sus derechos, mientras se trabaja con sus familias de origen o se les encuentra una familia definitiva. El ingreso a este programa evita a que niños, niñas y adolescentes permanezcan en residencias de protección durante el periodo en que se resuelve su situación.

Si quieres ser Familia de Acogida y necesitas orientación, puedes contactar a nuestros profesionales de Iquique al mail: oasis.iquique@tdesperanza.cl y en Calama, al mail: oasis@tdesperanza.cl .


Conoce uno de nuestros testimonios:

¿Qué es un Programa de Familia de Acogida?

Este programa busca proporcionar un ambiente protector y familiar que cubra las necesidades de cuidado de niños, niñas y adolescentes, mientras se trabaja para restituir su derecho a vivir en una familia estable. Además, entrega un acompañamiento especializado a los niños, niñas y adolescentes y familias durante el acogimiento, considerando las transiciones o momentos de cambio de una situación, en especial en el tránsito hacia el cuidado familiar estable y al término del acogimiento.

Este programa busca restablecer el derecho de niños, niñas y adolescentes, a desarrollarse en un ambiente familiar transitorio, capaz de satisfacer necesidades de cuidado y protección, entregando una protección integral especializada orientada a la reparación del daño y fortalecimiento de capacidades parentales.

¿Qué requisitos debo cumplir para ser familia de acogida?

Para ser familia de acogida usted requiere: ser mayor de edad; no tener antecedentes penales, ni estar inhabilitado para trabajar con niños; contar con ingresos económicos estables que satisfagan las necesidades del grupo familiar. Además, debe tener la voluntad de participar en el proceso de evaluación y capacitación para enfrentar el desafío del acogimiento y aceptar el acompañamiento permanente del equipo. Debe tener presente que la familia de acogida es una medida judicial de cuidado temporal de un niño, niña o adolescente mientras se restituye su derecho a vivir en una familia definitiva.

Los postulantes pasan por un proceso de evaluación especializado, y una vez que reciben a un niño, niñas o adolescente, firman un compromiso que establece las condiciones de acogimiento, teniendo conocimiento de que se trata de un proceso temporal.