Nacional. Cuatro nuevos programas puso en marcha Fundación Tierra de Esperanza en la línea de protección de derechos, lo que ampliará la atención a niños, niñas y adolescentes de la modalidad PRM (Programa de Reparación del Maltrato y Abuso Sexual Infantil), dependientes del nuevo Servicio Mejor Niñez.

Los programas que iniciaron su funcionamiento están emplazados en Alto Hospicio, Calama y Villarrica, y permitirá una atención para cerca de 100 niños, niñas y adolescentes en cada territorio que son víctimas de maltrato grave, y de esta forma, contribuir al proceso reparatorio del niño, niña o adolescente que ha sufrido maltrato físico o psicológico grave, constitutivo de delito, y/o agresión sexual infantil.

PRM Ckepnitur- Alto Hospicio

Ninoska Ramos, directora del programa PRM Ckepnitur en Alto Hospicio, región de Tarapacá, señaló que “este desafío lo asumo con mucha responsabilidad y compromiso, de verdad siento que me pongo al servicio de una comunidad, no sólo de las familias que atendemos, sino que también de los profesionales que pertenecen al equipo  y de la fundación en general. Ya llevo seis años en la institución, donde ya había cumplido una etapa en el proyecto anterior en el cual me desempeñaba como profesional de intervención directa (…). Estos tres meses de ejecución, han sido intensos, significativos, de adaptación constante, de aprendizaje y donde he tenido la oportunidad de conocer personas que son resorte para uno en este desafío que lo denomino caóticamente hermoso”.

PRM Ckapatur- Calama

Gloria Carrizo, directora del PRM Ckapatur en la región de Atacama, afirmó que “ esto significa una nueva oportunidad para brindar una atención de calidad centrada en el respeto, que velará por la restitución de los derechos de los niños, niñas y adolescentes  que han estado expuestos a vulneraciones de derecho grave, pues si bien es una gran tarea la que tenemos por delante tenemos el compromiso para de entregar lo mejor de nosotros  y con ello colaborar en la vida de los NNA y sus familias”. Además agregó que “dados los lamentables incrementos de vulneraciones a los que la población infantoadolescente está expuesta, este programa viene a contribuir en la disminución de los tiempos de las extensas listas de espera de la ciudad a fin de brindar una atención oportuna centrada en las necesidades de ellos y sus familias constituyéndonos en una instancia de apoyo que potenciara sus recursos”.

PRM Oasis-Calama

Lorena Adaro, directora del programa PRM Oasis-Calama (región de Atacama), expresó que “el equipo está conformado por profesionales comprometidos con la infancia y adolescencia de nuestro país, especialmente con los niños, niñas y adolescentes que viven en el territorio que abarca nuestra intervención, que estamos dispuestas a entregar lo mejor de nosotras para que cada niño, niña y/o adolescente que llegue sea atendido y atendida con el respeto que se merece y acompañado en el complejo camino de la reparación. A nivel personal es un desafío tener la posibilidad de poner en ejecución un proyecto nuevo (…) asumir con mucha responsabilidad y compromiso la confianza que la Fundación ha puesto en mis manos. Considero que es un reconocimiento para la Fundación por la labor realizada como organismo, el hoy tener los tres PRM de la ciudad de Calama. Desde mi perspectiva, es porque Tierra de Esperanza ha hecho, por muchos años, una gran labor con la infancia y adolescencia de nuestro país, lo que hace más relevante mi labor como líder de un equipo de trabajo como lo es PRM Oasis de Esperanza”. 

PRM Bahía Esperanza Villarrica

Lorena Bachmann es supervisora técnica del nuevo programa PRM Bahía Esperanza Villarrica, ubicado en la región de La Araucanía, y según explicó es importante comprender que el maltrato infantil grave en cualquier de sus formas, se enmarca dentro de la esfera de procesos abusivos complejos. De esta forma, indicó que “interactúan diversos factores tendientes a producir, reproducir, rigidizar y normalizar dichas prácticas, generando secuelas profundas en  las trayectorias de vida de un niño, niña o adolescente; por lo que uno de los principales desafíos, es promover la  co-construcción de procesos transformacionales con los niños, niñas y adolescentes y sus familias mediante un trabajo  integrativo, flexible, diferenciado y en función  a las características, necesidades e intereses de cada uno.

Bachmann además hizo hincapié en que “debemos relevar entre los desafíos, los que tienen  relación con el trabajo coordinado y colaborativo con las redes co garantes de derechos, de co intervención y de apoyo social del territorio de cobertura del proyecto, en función primordialmente del resguardo y protección de un niño, niño y adolescente, encontrándose siempre nuestra institución, con la mejor disposición y voluntad para desarrollar un trabajo intersectorial de calidad y humano”.

Actualmente, Fundación Tierra de Esperanza en esta modalidad brinda una atención a más de mil niños, niñas y adolescentes, a través de sus 15 programas a nivel nacional, siendo su foco contribuir a la protección de los derechos en cada uno de ellos, promoviendo su recuperación integral (física, psicológica, social, sexual, emocional) que debe asegurar la interrupción del maltrato y proveer de contextos protectores en el proceso a través de una intervención especializada, de reparación y resignificación de las experiencias abusivas que los niños, niñas y adolescentes han vivenciado.