La incorporación del enfoque de género en el trabajo con la niñez y la adolescencia es un eje que Fundación Tierra de Esperanza continúa impulsando a través de capacitaciones y sensibilización hacia los profesionales de los programas de la institución, con el objetivo de poner en práctica acciones que puedan contribuir en este ámbito.
De esta forma Ricardo Suazo, director técnico en Fundación Tierra de Esperanza, señaló que “las capacitaciones en enfoque de género que generamos desde la Dirección Técnica tienen como objetivos promover conversaciones que contribuyan a problematizar y deconstruir creencias y prácticas culturales discriminadoras asociadas al género y, por otra parte, aportar elementos teóricos y prácticos desde el enfoque de género para el abordaje de problemáticas específicas que afectan a niños, niñas y adolescentes, tales como: maltrato infantil, abuso sexual, explotación sexual comercial infantil, educación, infracción de ley penal adolescente o consumo abusivo de drogas. Nos preguntamos acerca de la relación entre las creencias sociales que establecen la existencia de una “esencia” en el “ser hombre” y el “ser mujer” y su asociación con los estereotipos de género y prácticas culturales discriminatorias en el ámbito de la crianza, la división sexual del trabajo, la salud, la sexualidad, la violencia, la discriminación, el consumo o la política” indicó.
Asimismo, agregó quetambién se busca entregar elementos introductorios respecto a dos temáticas específicas: los estudios de masculinidades y de diversidad sexual. “ Desde las masculinidades aportamos con una mirada que busca ser crítica respecto de la masculinidad hegemónica, cómo se construye a lo largo de la vida, qué elementos la sostienen y cuáles son sus consecuencias en las personas y sus relaciones. Desde la mirada de la diversidad sexual, buscamos visibilizar y reivindicar identidades, prácticas culturales y movimientos políticos no alineados con la norma social heterosexual, así como los contextos y prácticas sociales discriminatorias y excluyentes en las que se desarrollan”, explicó.
Por lo anterior, Ricardo Suazo hace hincapié que “desde la el enfoque de género hoy, probablemente más que en cualquier otro momento de la historia de la humanidad, nos invita a respetar la vida de niños, niñas y adolescentes en toda su diversidad, evitar cualquier forma de discriminación y propiciar la tolerancia y equidad entre las personas, valores y principios coincidentes con los pilares de Fundación Tierra de Esperanza. Debemos considerar también los aportes del enfoque de género en la discusión de la institucionalidad para la protección universal y especializada de derechos de niños, niñas y adolescentes, la reinserción social de adolescentes en conflicto con la ley penal e incluso la nueva constitución de nuestro país. Vivimos en nuestro país un momento de la historia en que las miradas inclusivas y que valoran la diversidad, deben ser las protagonistas”.
Experiencia programa de Apoyo Socieducativo (ASE) Valparaíso
Son diversos los programas los que se han capacitado en Fundación Tierra de Esperanza, y una de las experiencias recientes la comparte el programa de Apoyo Socioeducativo, (ASE) Valparaíso, a través de su director, Orlando Carvallo.
Según explicó, como parte de un curso gestionado en la zona centro de la institución, abordaron la importancia de sensibilizar a las y los jóvenes que participan en el programa sobre la violencia de género y la necesidad de deconstruir los mitos en torno a ella. De esta forma, y en base al análisis del contexto, elaboraron gráficas digitales con el propósito de trabajarlas próximamente con las y los usuarios del programa para prevenir sobre esta realidad .
En tanto, Valentina Sánchez , tutora educativa en el programa ASE Valparaíso, señaló que las capacitaciones en esta ámbito han sido positivas “ nos permiten visibilizar y combatir los problemas en torno a la violencia de género, que a su vez gestan graves violaciones a los derechos humanos en su marco de acción. La fundación trabaja con el propósito de contribuir a que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en situación de vulneración social se sientan apoyados, protegidos y defendidos frente a la injusticia y la falta de oportunidades. En este sentido, incorporar una perspectiva de género en la capacitación de sus profesionales, viene a fortalecer dicho propósito, pues otorga una nueva dimensión de trabajo en torno al fortalecimiento de habilidades prosociales así como la construcción de una identidad y autoimagen positiva”.
Asimismo indicó que este tema lo vivencian en el programa. “La violencia de género se observa en diversas dimensiones (física, psicológica, económica, cultural) y tanto desde la postura de víctimas como de abusadores en la población que atendemos. En cuanto a las mujeres que atiende el proyecto como tal, la mayoría ha sufrido violencia física y psicológica por parte de su pareja o algún familiar directo, también se observa la imposición de estereotipos que coartan el desarrollo de su identidad, siendo encasilladas en un único rol, principalmente el de madres. Este fenómeno puede ser ampliado más allá del caso directo de las jóvenes que atendemos, a las familias en su conjunto. Se observan casos de violencia de género, de abuso físico, psicológico y de orden económico, en las madres de varios niños, niñas, adolescentes y jóvenes que atendemos (…)se presenta de forma transversal, de ahí la importancia de comprender el problema desde una perspectiva multidimensional, que permita el trabajo acorde a las necesidades y realidad presente”, acotó Valeria Sánchez.
El material trabajado será parte de la oferta educativa de los talleres de verano para este año 2021. Existe uno que aborda el tema del género de forma directa, denominado Trabajando en torno a la violencia, estereotipos y construcción de masculinidades. Cabe señalar que dichos talleres son elegidos por los mismos niños, niñas y adolescentes, según su preferencia, lo que también promueve el derecho a la participación.
*Material infográfico elaborado por el proyecto ASE Valparaíso, Fundación Tierra de Esperanza.
