Al finalizar un año marcado por el escenario de la crisis sanitaria por COVID-19, el director ejecutivo de Fundación Tierra de Esperanza, Rafael Mella Gallegos,  realizó un balance de lo que ha sido este periodo, reconociendo y agradeciendo el esfuerzo de todos los equipos por el trabajo comprometido con la infancia y adolescencia.

De esta forma, valoró la gestión colaborativa que se impulsó y la empatía para conectarse con un periodo que afecta desde distintos ámbito la vida de las personas, una sintonía propia que se vincula a los valores institucionales y a la misión, y señaló que “en un año como este sólo me resta agradecer el esfuerzo de todas y todos, y desearles una felices fiestas de fin de año junto a sus seres queridos, con la satisfacción de haber estado a la altura del desafío que enfrentamos”. 

Estamos finalizando un convulsionado 2020, con un escenario marcado por la pandemia,  ¿cuál es el balance de este año?.

Este ha sido un año en el que como humanidad hemos sido puestos a prueba, nuestras fortalezas y debilidades han sido evidenciadas, lo que nos deja en mi opinión muchos aprendizajes. Por un lado hemos visto como esta pandemia ha reflejado las diferencias sociales en el mundo y particularmente en nuestro país, mostrándonos la precariedad de muchos empleos y nuestras serias inequidades en el ejercicio de derechos fundamentales como la educación, salud y pensiones. Somos testigos directos de cómo las familias con las que trabajamos han sufrido un deterioro aún mayor en sus condiciones de vida y especialmente en el caso de niños, niñas y jóvenes, privándoles el ejercicio de derechos fundamentales y en muchos casos agravando situaciones de vulneración inaceptables y lamentablemente muchas veces naturalizadas. 

Por otro lado, y si bien por sí solas no permiten resolver lo anterior, también vemos fortalezas que nos hacen reafirmar nuestro compromiso con la construcción de un mundo mejor para todas y todas, especialmente con los niños, niñas y jóvenes. El compromiso de muchos por ayudar, el fortalecimiento de redes sociales centradas en la proposición y acción concreta en favor de quienes lo necesitan y el profesionalismo de nuestros equipos que, entendiendo el contexto, han mantenido su foco en nuestros usuarios, usuarias y sus familias, con flexibilidad y motivación, son elementos  que saltan a la vista y que debemos saber valorar. Cómo ya lo he expresado, es motivo de orgullo ver cómo las nuevas generaciones de profesionales que hoy forman parte de nuestra institución,  en un contexto de seguridad que hemos construido juntos, han puesto foco en nuestra misión, mostrando la vocación y madurez que la infancia de nuestro país necesita.    

Sin duda, este contexto ha permitido adaptarse a nuevas formas de hacer las cosas. ¿Qué aprendizajes se destacan en este ámbito pensando en la post pandemia?

Son muchos los aprendizajes, pero me quedaría con las posibilidades de la conectividad, la que que estando presente con anterioridad, hemos sabido valorar y utilizar para mantener nuestro trabajo coordinado. Sin duda debemos mantener y reforzar el contacto con nuestros equipos y a través de la tecnología esta tarea se hace más eficiente, favoreciendo espacios de asesoría, desarrollo y trabajo colaborativo. 

La hoja de ruta institucional estuvo marcada por una estrategia que puso énfasis en las personas a través de la seguridad sanitaria, la continuidad operacional, las comunicaciones y la tecnología ¿Cómo se proyecta el 2021 ?

Vemos un 2021 mediado por el desarrollo y esperamos el fin de la pandemia. Sin embargo, tenemos absoluta claridad respecto de mantener nuestras medidas de cuidado, ya que experimentaremos alzas y disminuciones en los contagios en las distintas regiones del país. Lamentablemente creo que el impacto social de la pandemia se verá agudizado, lo que sin duda nos preocupa y exige prepararnos de la mejor manera, dentro de lo que resulta imprescindible descansar durante este periodo estival. Ciertamente el contexto no es el mejor, pero sin duda todas y todos debemos procurarnos el descanso, que un año tan duro nos demanda.

Durante este año haremos ajustes en nuestra planificación estratégica, generando espacios de consulta a nuestros equipos, a fin de responder de la mejor manera y de acuerdo a nuestras posibilidades a sus necesidades. Valoramos el trabajo de esfuerzo de todas y todos nuestros profesionales, sobre todo a quienes se dedican a la intervención directa y nos reconforta también la valoración que hemos sentido de nuestros esfuerzos por apoyarlos. 

El país atraviesa desafíos urgentes con la infancia. A partir de la experiencia institucional ¿cuáles serán las prioridades de la Fundación con la niñez y adolescencia? ,  y como país ¿qué debiese ser tomado con urgencia?

En un año tan especial el foco es mantener nuestro trabajo asegurando los estándares de calidad que nos caracterizan y teniendo presente el contexto y las consecuentes necesidades que puedan surgir a partir de este. Tenemos grandes objetivos en el mediano y largo plazo, mejorar  nuestra gestión, evaluar impacto, dialogar más al interno y al externo, sin embargo hoy debemos mantener nuestro foco en no perder calidad por el trabajo remoto y por sistema de turnos, mantenernos seguros siguiendo todas las medidas y protocolos de seguridad que hemos instalado. Junto con ello mantendremos un especial énfasis en el desgaste de nuestros equipos profesionales, revisando nuestras iniciativas y proponiendo nuevas alternativas de descompresión, las que esperamos sean utilizadas con intensidad por todos quienes somos parte de la Fundación. 

A nivel país, y como ya lo señalé,  la pandemia no ha hecho más que amplificar las desigualdades y vulneraciones que viven nuestros niños, niñas, jóvenes y sus familias. Por ello y en el contexto de cambios sociales que permitan avanzar en el pleno ejercicio de derechos sociales, se hace más evidente la importancia de contar cuanto antes con una ley de protección de derechos de la infancia que articule el trabajo de las distintas reparticiones públicas en favor de dar respuesta a las necesidades de nuestra infancia.