Este mes se conmemoró el día para la prevención del abuso sexual infantil, una realidad que según cifras del Centro de Estudios y Análisis de Delito, en Chile, durante el 2019 se registraron cerca de 5.327 casos de abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes.

En Fundación Tierra de Esperanza el trabajo de sensibilización y de prevención ha sido un continuo, y profesionales que trabajan en la temática de manera directa aseguran que es una prioridad que toda situación de maltrato y/o abuso sean visibles, como también, el fortalecimiento de los espacios de confianza, protección y las acciones que conllevan coordinaciones en la red para abordar el abuso.

Lissette Risco, directora del Programa de Protección Especializada en Maltrato y Abuso Sexual Infantil (PRM) Bahía Esperanza en Valdivia, explicó que “en el país existe un desafío vinculado a la organización y coordinación entre todos los servicios que trabajamos con los niños, niñas y adolescentes; por ejemplo entre: salud, educación, justicia, protección, etc. (…).La articulación de la red (en el amplio sentido de la palabra),y la colaboración , por ejemplo, son puntos claves en la prevención y el estar alertas frente a un mundo que es dinámico, donde es imprescindible generar y aportar desde la experiencia de nuestro quehacer”.

De las cifras informadas por el Centro de Estudios y Análisis de Delito, las víctimas menores de 18 años correspondieron a 4.520 mujeres y 807 a hombres, siendo el contexto familiar el principal espacio donde se cometió el delito.

Al respecto, Katty Monje, directora del PRM Ckapnati  de Antofagasta, señaló que frente a esta realidad “es relevante incorporar clases o talleres de educación sexual en los primeros niveles de escolaridad y, por otra parte, también es importante promover el hablar de sexualidad al interior de las familias porque, como sabemos, la ignorancia y el desconocimiento no hacen más que aumentar la vulnerabilidad de los niños. En este sentido, se espera que un niño que esté familiarizado con aquellos comportamientos/situaciones que se consideran inapropiados pueda denunciar lo que le está pasando”.   

Asimismo, Katherine Valenzuela, directora del programa PRM Bahía de Esperanza de Antofagasta, señaló que “esta situación la hemos formulado varias veces como equipo, visualizamos que el gran desafío está en la política de infancia, en hacer valer los derechos de los niño/as, en el respeto hacia las medidas implementadas en favor de ellos, en la sensibilización y psicoeducación de la población general respecto a la temática (…) y que se puedan establecer protocolos claros de abordaje de la temática de abuso sexual infantil en todos los establecimientos educacionales, centros de salud a lo largo del país, con capacitaciones constantes a sus funcionarios y charlas preventivas a los niños, niñas y adolescentes”.

Cabe destacar que los delitos por esta causa anterior al año 2019 preescribían a los 5 y 10 años después que la víctima cumplía su mayoría de edad, sin embargo, hoy son declarados imprescriptibles.