Conectar con el territorio a través de las redes existentes en beneficio de la población infantojuvenil que participa en los programas de Fundación Tierra de Esperanza ha sido una constante en la institución. Jaime Muñoz Vidal, psicólogo y profesional de la Dirección de Investigación, Desarrollo e Innovación, ha impartido diversas capacitaciones en este ámbito y recientemente situó el contexto actual en una nueva jornada denominada Intervención y práctica de redes, como herramientas para el abordaje en el trabajo con infancia, adolescencia y juventud, para programas de la zona norte del país.

Para profundizar sobre este tema, conversamos con Jaime Muñoz Vidal, quien hace hincapié sobre la necesidad de tener en perspectiva este tema en función de articular procesos integrados y multidimensionales de intervención, más aún en contexto de pandemia.

¿Qué importancia le atribuyes incorporar esta temática en la gestión de los proyectos?

Considero que es una dimensión altamente importante, toda vez que se trata de incluir de forma deliberada y sistemática el contexto de los usuarios en el proceso de intervención, considera el concepto de inclusión sociocomunitaria prosocial y saludable como fin último de la implementación de políticas sociales de infancia y eso supone un trabajo profundo y bien conectado con el medio interinstitucional que ponga a disposición de la intervención con las y los usuarios todos los recursos del intersector, junto con la utilización estratégica de los recursos existentes en los entornos relacionales más próximos a la vida de las personas, tales como el contexto sociocomunitario y las relaciones más cercanas (pares en el caso de adolescentes, otras personas cercanas en el caso de niños y niñas más pequeños).

Todo ello supone un trabajo situado en los contextos, fuera del box de atención, que de un lado favorezca el uso de los recursos institucionales y sociocomunitarios, así como el análisis y problematización de los riesgos existentes en cada uno de los entornos en los cuales transcurre la vida cotidiana de los usuarios y sus familias (…).

En este marco, el que los equipos se capaciten y fortalezcan sus competencias profesionales en esta áreas específica, incluyendo marcos de referencia actualizados así como metodologías, herramientas y técnicas concretas para el abordaje del contexto en la intervención, es una necesidad constante y muy relevante de ser abordada desde la institución.

¿Cómo abordas este tema en el contexto de pandemia?

Esta pregunta puede apuntar a dos cosas distintas. Primero, la capacitación, que originalmente, en contextos normales, la realizamos en formato presencial, en contexto de pandemia, la organizamos totalmente online, utilizando las herramientas disponibles en Microsoft 365, envío de material alojado en Onedrive, creación de cápsulas de video en las que se revisan los principales contenidos, permitiendo con ello que los profesionales se organicen en sus tiempos disponibles para revisar el material, el cual sigue la lógica de formación asincrónica. La capacitación, de igual manera, contó con una jornada sincrónica en la que se reunieron los profesionales con el encargado de la formación a través de una videollamada grupal, en la cual se pudieron resolver dudas, proponer reflexiones y atar los cabos que pudieran haber quedado sueltos en las etapas asincrónicas del curso.

Y segundo, el tema específico de redes, en cada proyecto, en tiempos de pandemia es un aspecto fundamental que se debe seguir abordando con especial atención. Toda vez que para las personas en general y en específico los usuarios de los proyectos de nuestra institución, aumentan las situaciones de vulnerabilidad y riesgo, con lo cual, la articulación de redes, de soporte social a nivel sociocomunitario e institucional, puede ser un aspecto gravitante para favorecer su bienestar y desarrollo; así como el aseguramiento de su atención integral a través de los diferentes dispositivos que articulan en la práctica las políticas sociales. En este marco, los equipos reemplazan la reunión presencial por las reuniones de trabajo complementario a través de medios digitales como la videollamada, el uso del teléfono y todos los mecanismos disponibles desde el teletrabajo, en función de mantener operativas las redes. 

¿Qué elementos debiesen incorporarse con mayor énfasis en este plano?

El trabajo de redes sigue estando muy ligado a la dimensión institucional y falta profundizar mucho más en la dimensión sociocomunitaria, que se focalice en la identificación y utilización estratégica de recursos en el plano de los entornos relacionales más próximos a la vida de las y los usuario. Ello supone desafíos importantes en el plano del diagnóstico y la intervención, que traiga al escenario de la acción interventiva; esos espacios de interacción cotidiana: el barrio, los pares, los espacios de participación social dispuestos en cada territorio en los cuales cada usuario se implica y genera vínculos de identidad y pertenencia. Esos espacios de vinculación deben ser contenidos, recursos, temas, que se expliciten en el diagnóstico o evaluación inicial, y luego se traduzcan, dependiendo de cada caso, en objetivos y medios para su resolución, dentro de los planes de intervención. En contexto de pandemia, el desafío es doble, porque implica incorporar esta dimensión en la intervención sin poder estar en los territorios y los contextos cotidianos de las y los usuarios. En este plano, los equipos tienen el desafío de innovar, de utilizar los medios digitales disponibles para que, sin necesariamente estar de forma presencial en los contextos, éstos puedan ser parte de la intervención

Hay desafíos en lo tecnológico también, cuéntanos de ello.

Creo que en estos tiempos donde las y los colaboradores de la institución deben complementar su trabajo con la vida personal en contexto de teletrabajo, las capacitaciones deben hacer sinergia entre el trabajo asincrónico y el sincrónico, privilegiando el primero por sobre el segundo, de forma de que cada profesional se organice en sus tiempos para revisar el material. En esa línea, debemos esforzarnos por crear material, idealmente en pequeños videos, que facilite su revisión y complemente la lectura. El curso de redes buscó cumplir con estas consideraciones, lo cual fue bien valorado por sus participantes.

Personalmente espero que lo revisado se traduzca en la práctica concreta de cada equipo y que progresivamente, esta dimensión cobre más relevancia dentro del diseño e implementación de la intervención con infancia y juventud. (…). Solo agregar que fue una actividad muy satisfactoria en términos de la participación de las y los profesionales, en los formularios (de Microsoft Forms 365) donde fuimos recolectando sus reflexiones en torno al material revisado, aparecieron interesantes y profundas reflexiones donde se evidenciaba la aplicación de los contenidos a la práctica.