Región del Biobío. La Mesa Regional de Derechos Humanos de la Sociedad Civil, en la que Fundación Tierra de Esperanza es parte, realizó un Pic-Nic Familiar por los Derechos Humanos  en la Plaza Condell de Concepción, en un espacio de participación que tuvo el objetivo de transmitir a la comunidad el valor de vivir una cultura de derechos.

Johanna Sanhueza, coordinadora técnica de Fundación Tierra de Esperanza y contraparte de esta instancia, señaló que este espacio “nos invitó a compartir con la ciudadanía lo que Tierra de Esperanza promueve en su misión institucional, que es defender los derechos de la niñez y adolescencia. En esta oportunidad, desde lo que vivimos como país,  relevamos  el derecho que tienen los niños y niñas a expresarse, y desde ahí recogimos sus opiniones y deseos para el país”.

De esta forma, el equipo de la Dirección Técnica de Fundación Tierra de Esperanza desarrolló diversas actividades con énfasis en la participación y que dieron respuesta a la pregunta ¿qué deseos te gustaría pedir para Chile?. En el buzón de los deseos quedó la respuesta con los anhelos  expresados desde los niños y niñas: respeto a las personas, tener gratuidad para estudiar, que los abuelos tengan un mejor sueldo,  tener acceso a cuadernos gratuitos y que Chile sea mucho mejor, entre otros mensajes.

Esta iniciativa se suma a las distintas acciones que Fundación Tierra de Esperanza ha realizado para hacer visible los derechos de los niños, niñas y adolescentes; como también a generar espacios de contención que favorezcan la salud mental frente a la situación actual del país. La institución ha sido categórica en rechazar todo tipo de violencia hacia los menores de edad en diversos comunicados públicos, en concordancia a lo expuesto por el Instituto Nacional de Derechos Humanos y la Defensoría de la Niñez, y por instituciones vinculadas a la salud mental e infancia, por lo que ha sumado acciones que promueven los espacios con enfoque en la infancia desde su misión institucional.

La actividad que se enmarcó en la semana internacional de los derechos humanos fue organizada también por la asamblea de artistas autoconvocados, que participó con distintas intervenciones artísticas; por la Fundación Pro Cultura, que lideró espacios de formación cívica y por el Grupo de Acogida al Migrante.

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