Entregan datos para que las familias detecten a tiempo la depresión en adolescentes

Claudia Muñoz David

¿Si te sientes triste o tienes algún problema, tienes a quién decírselo? ¿Me lo dirías? Es la pregunta que todo padre debería hacerle a su hijo adolescente alguna vez, según el psicólogo y director ejecutivo de Fundación Tierra de Esperanza, Pedro Canales. La fundación estuvo encargada de organizar -en conjunto con la Universidad Austral de Chile- un Seminario Internacional de Salud Mental y Prevención del Suicidio Adolescente, que contó con 500 asistentes.

Y una de sus expositoras fue la psicóloga, doctora en trabajo social y profesora del Bryn Mawr College de Estados Unidos, Carolina Hausmann-Stabile, quien además participó en un encuentro ConCiencia en el Club de La Unión, en el que habló con la comunidad sobre conductas suicidas en adolescentes y jóvenes.

Aseguró que las cifras en Chile son preocupantes y prevalentes. “En Chile, dependiendo del estudio, entre el 10,8 por ciento y el 25,4 por ciento de jóvenes reporta haberse intentado suicidar por lo menos una vez en los 12 mese previos. La media es más o menos 15 por ciento, es decir, uno de cada siete adolescentes intenta suicidarse. Además, aproximadamente el 20 por ciento de los adolescentes reporta pensar en morir. Tenemos que hablar en nuestras casas acerca de esto, porque los niños lo están hablando en las escuelas, con sus amigos, lo están viendo en internet o en la televisión”, dijo.

Vulnerabilidad

Hausmann-Stabile destacó que aún no se conoce si las estadísticas son reflejo de un aumento real de casos o es un reflejo de que más gente habla de esto y se pesquisa mejor. Lo que sí se tiene claro es lo siguiente: “Mucha gente que tiene depresión e intenta suicidarse se siente muy sola. Tenemos que pensar en qué clase de sociedad vamos a crear, donde valga la pena vivir para nuestros jóvenes. La respuesta es tratarnos bien, querernos y cuidarnos. No solamente hay que hablar de los problemas, sino que también sembrar en los hijos la certeza de que estamos ahí. Pero eso no significa estar como un helicóptero metido en sus cuentas de Facebook, Instagram o revisando su teléfono. La confianza se gana, pero no esperemos a que ellos tengan 13 o 14 años para empezar a desarrollarla”.

Dijo que, por lo general, las personas en riesgo de suicidio han sufrido violencia en sus hogares, comunidades, escuelas o interacciones con amigos. Forman cadenas de experiencias negativas que, ante algún detonante, se manifiestan en suicidio. Por ejemplo, bullying o una discusión con los padres. “Hay muchas familias que son disfuncionales. Si la casa no es buena, tengamos buenas escuelas donde los compañeros y maestros traten bien a los niños; tengamos comunidades buenas, parroquias buenas, grupos de scout buenos. Lo que sea, pero un espacio donde estén contenidos y no se sientas aislados”, agregó.

Qué hacer

¿Cuándo pedir ayuda? Carolina Hausmann-Stabile dijo que “no hay que estigmatizar estos temas, no son una vergüenza ni un defecto de los padres o de los hijos. Es necesario pedir ayuda cuando estos pensamientos no pueden parar y cuando hay un cambio del pensamiento a la acción, cuando ves que los hijos comienzan a cortarse o a tener conductas suicidas. También cuando nuestros hijos nos dicen ‘no puedo parar de pensar en esto, siento que tengo que hacerlo’. El antídoto para las conductas suicidas es la comunicación y el vínculo”. Destacó que en Chile se puede recurrir a la atención primaria, por ejemplo a los Cesfam o buscar ayuda profesional en psicólogos o psiquiatras a los cuales recurrir.

Fundación Tierra de Esperanza lanzó durante esta semana un Centro de Estudios Avanzados sobre la Infancia y la Adolescencia. El director ejecutivo de la fundación, Pedro Canales, destacó que “la idea es ocuparnos, por ejemplo, de investigar qué pasa con el comportamiento suicida de los alumnos de primer año de universidad. Para todas las casas de estudio esto es un gran tema. Queremos hacer alianzas con las universidades, como la Austral, La Frontera, la de Concepción y las del norte, para aprender. Nos van a dar muchas pistas”.