Región de la Araucanía. Una exitosa presentación realizó la Fundación Tierra de Esperanza, a través de su equipo intercultural de la región de la Araucanía, en el Tercer Coloquio Intercultural organizado por el Servicio Nacional de Menores, donde participaron diversos profesionales del organismo gubernamental e instituciones vinculadas a la temática.

 

La ocasión permitió dar a conocer una experiencia única intercultural que los equipos de la institución han logrado liderar luego de años de trabajo en el tema, y donde los beneficiados directos han sido los niños, niñas y adolescentes atendidos por los programas de la institución. Paulo Villablanca, trabajador social y miembro del equipo intercultural de Tierra de Esperanza, manifestó que “esta actividad permitió compartir a Sename un trabajo colectivo de siete años donde se ha logrado construir un hacer técnico centrado en el otro, diverso culturalmente, que ha surgido desde la práctica de los equipos en la Araucanía, en constante interacción  al interno de la Fundación, como también hacia nuestras redes,organizaciones y personas que trabajan desde el mundo mapuche”.

 

Además, agregó que “cumplimos con nuestras expectativas (…)se apreció gran interés del público, consolidándonos como una Fundación que operacionaliza la territorialidad y profundiza con una propuesta concreta de apoyo el mundo cultural de la infancia, familia y comunidad con la que  trabajamos desde una dimensión ética, política y cultura”

Dentro de los temas abordados estuvo el aporte de los programas de Diagnóstico Ambulatorio, quienes elaboraron un protocolo de trabajo con familias centrado en la pertinencia cultural; el Meli Folil Kupalme, impulsado como una herramienta de rescate sociocultural para el trabajo directo con niños, niñas y familias; módulos interculturales que se trabajan con los equipos y jóvenes sancionados por la ley de justicia juvenil, y la acción terapéutica de una Machi con jóvenes privados de libertad.

 

Al respecto, Sally Mc Intosh, encargada nacional de interculturalidad en Tierra de Esperanza, manifestó que “en el país son escasas las experiencias interculturales de trabajo directo con la población infantoadolescente, por lo que espacios como estos permiten compartir lo desarrollado. Lo que ha realizado la Fundación a través de este comprometido equipo intercultural es instalar la importancia que tiene para los profesionales la incorporación de una mirada diferenciadora y de respeto a otras culturas en el trabajo directo con familias, niños, niñas y jóvenes; es esa mirada la que debe seguir instalándose  (…) hoy las políticas impulsadas para niños, niñas y jóvenes deben tener un mayor protagonismo intercultural, nuestro país debe avanzar con más fuerza en el desarrollo de prácticas en este ámbito”.

 

En la actividad, que fue realizada en la Universidad Católica de Temuco, expusieron los profesionales de Tierra de Esperanza: Paola Levío, directora del programa de intervención Breve Trawn Peuma; Paulo Villablanca, trabajador social del proyecto Afectos Araucanía; Camila Llanquinao, profesional de Programa de Libertad Asistida Especial; Claudia Espinoza, en representación de los programas de Diagnóstico Ambulatorio de la región, y Elizabeth Elicer, directora del proyecto Newenche CholChol.